El contrato, que asciende a 250.000 euros, va destinado a la compra de herramientas para obtener muestras biológicas que posteriormente serán analizadas para la obtención del ADN.
En la compra se incluyen además los ficheros especiales para almacenar la ‘huella genética’ del personal de las Fuerzas Armadas, y un cursillo de manejo y extracción de muestras de ADN para la Unidad de Identificación Sanitaria de Defensa. Según fuentes militares consultadas por El Confidencial Digital, este tipo de identificación tiene una efectividad del 99,999 por ciento, y es el método utilizado en la actualidad para los trabajos forenses de Defensa.
Los
análisis se realizan mediante máquinas especializadas ABI Prism 3130
Genetic Analyzer que dispone la Unidad de Identificación Sanitaria del Hospital Gómez Ulla. Las muestras son recogidas en la Unidad de Identificación Sanitariadel Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Central de la Defensa ‘Gómez Ulla’ –Madrid-, en unas tarjetas que personalizadas para el Ministerio de Defensa. La
‘huella genética’ permite la identificación de cualquier resto
biológico para determinar la identidad. Un sistema muy útil en caso de
accidentes como el del helicóptero de Canarias, o el del Yakolev-42.
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