El Ejército de Tierra asciende una montaña con `Al Filo de lo Imposible´.



El Grupo Militar de Alta Montaña ha realizado una ascensión con esquís al monte Kazbez que, con 5.047 metros de altitud, es la segunda cima más alta de Georgia. La expedición duró del 29 de abril al 12 de mayo de 2014, y ha contado con la colaboración del Centro de Explotación y Apoyo a las Comunicaciones del Ministerio de Defensa (CCEA)… y de la televisión, gracia al programa de TVE “Al filo de lo imposible”. Así lo cuenta el propio Grupo Militar: “El martes 29 de abril iniciamos la aventura con un viaje que a lo largo de más de 24 horas entre coche, avión, avión y coche nos dejaría sobre las 1800 horas del día 30 en Stepansminda, Georgia, al pie del monte Kazbez”. A pesar de llegar decididos al comienzo del ascenso, la mala previsión meteorológica les hizo retrasar un día el comienzo de la subida. El primer punto alcanzado fue la ermita Sameba, el día 1 de mayo, “a 500 metros de desnivel”

Pero la verdadera subida no empezó hasta el día 2, “primero en todoterreno, y luego, ya desde los 2.100 metros, a pie y con el equipo a lomos de caballos hasta alcanzar los 2.900 metros”. A partir de esa cota, la nieve y la orografía les impidió seguir, de modo que “allí calzamos los esquís y con las mochilas a reventar proseguimos la ascensión al refugio. Son horas duras y de sufrimiento a consecuencia del peso y el efecto de la altura”. Al llegar a los 3.300 metros, empezaron a sufrir las inclemencias de la niebla y la ventisca: “El refugio apenas es visible en lo alto del promontorio al otro lado del glaciar, y al poco tiempo ya no es posible verlo. La última pala de ascenso se hace interminable, pero por fin llegamos. El refugio no puede llamarse así: el edificio es gigantesco pero sin acondicionar, la puerta de entrada no cierra y la nieve se acumula en el pasillo, la temperatura en las habitaciones ronda los 3 grados bajo cero y la cocina-comedor es una mezcla de basura y desechos de todo tipo. Como podemos ponemos un poco de orden e iniciamos la dura tarea diaria de fundir nieve para beber y cocinar los diferentes liofilizados que hemos subido”. 

El día 3 de mayo amanece muy revuelto y con fuerte viento, lo que llevó a los expedicionarios a mantenerse en el refugio. Por la tarde, sobre las 18 horas, el cielo se aclaró y les dejó ver por primera vez la cima del Kazbez. “Decidimos para el día siguiente, si amanece aceptable, ascender con idea de aclimatar, y si el tiempo lo permite, realizar el primer ataque”, relatan. El 4 de mayo amaneció con buen tiempo y decidieron aprovecharlo. “Cruzamos varias barreras de rocas que cortan las fuertes pendientes nevadas y remontamos por un vallecito lateral hacia el `plateau´, dando la vuelta al macizo, primero por el sur y luego, sobre los 4.300 metros, por el oeste. La ascensión es lenta y mantenida, con breves altos para que los miembros de TVE puedan filmar y hacer unas fotos, al tiempo que bebemos y comemos algo. Cruzamos el amplio `plateau´ sobre los 4.500 metros y proseguimos por la cara oeste en dirección a la pirámide somital”. Sin embargo, al llegar a los 4.800 metros de altitud, el tiempo cambió bruscamente, volviendo a enfrentarse a las nubes y la niebla: “Empieza a nevar lentamente, un cambio de tiempo muy parecido al que tuvimos durante la subida al refugio. 

El primer grupo de cuatro miembros se ha calzado los crampones y sigue subiendo, el segundo grupo, un poco más atrás, está en ello y el tercero no llega ni a ponerlos. La decisión es descender. El primer grupo sigue ascendiendo y consigue alcanzar la cima, tras una pendiente final con hielo azul. Los otros dos grupos descienden y alcanzan el refugio. Casi dos horas después lo hace el grupo que ha hecho cima. Son cuatro miembros los que lo han conseguido, el resto hemos estado cerca, tan sólo a unos 200 metros de la cumbre, pero el apoyo y la cohesión del grupo nos hace sentir que todos hemos alcanzado la cima. La tarde es feliz, celebrando y comentando la ascensión y las vivencias de cada uno”. El momento del descenso llegó el día 5 de mayo: “Como a la subida, la pala final es seria y el descenso es lento. Después, la buena nieve en el glaciar nos permite disfrutar un poco. A continuación, una larguísima diagonal, para evitar poner las pieles, nos deja en el collado a 2.900 metros y desde allí aprovechar las últimas manchas para seguir descendiendo hasta que ya no se puede más. 

Esquís y botas a la mochila y seguimos descendiendo hasta la ermita donde nos recogen los vehículos. Sobre las 1600 horas ya estamos en el albergue en Stepansminda, dando por finalizada la ascensión”. El Grupo Militar de Alta Montaña y sus compañeros de expedición de `Al Filo de lo Imposible´ aterrizaron en el aeropuerto de Barajas el 11 de mayo a las 2355 horas aterrizamos en Barajas, incluyendo con todo el equipo utilizado. “Han sido días intensos de sufrimiento, esfuerzo, dedicación y disfrute en diferentes proporciones, dependiendo del momento, pero siempre en la solidaridad y cohesión de un grupo, con experiencia, que hace y deja hacer”, rememoran. El Ministerio de Defensa asegura que esta expedición materializa sus política en materia de sistemas de información y telecomunicaciones, tendente a la integración y a su aprovechamiento para situaciones críticas. Gracias a las nuevas tecnologías, se puede detectar la ubicación exacta de una persona bajo cualquier circunstancia atmosférica.


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