Malversación de caudales públicos,
fraude fiscal y falsedad de documento público son algunos de los
delitos apuntados por tres interventores militares un coronel, una
comandante y un teniente en un demoledor informe pericial para el
Juzgado Togado Militar Territorial número 12, que investiga presunta
corrupción en la Agrupación del Acuartelamiento Aéreo (ACAR) de Getafe (Madrid).
Los peritos no cuantifican el monto total del fraude, pero hay que
tener en cuenta que la SEA (Sección Económico-Administrativa) 027,
encargada del control económico de dicha unidad y cuya implicación deja
en evidencia el informe, recibe más de 29 millones de euros al año del
presupuesto del Ejército del Aire, y que dejó de ingresar al Tesoro,
como era su obligación, unos 600.000 euros anuales, procedentes del pago
de comidas o alojamiento, con los que se nutrió una ilegal caja b.
Estas son algunas de las irregularidades reseñadas en el informe:
- Falsos justificantes de IVA. Tras cotejar los extractos bancarios aportados por el BBVA, de una cuenta de la que es titular la SEA 027, con la documentación de la Agencia Tributaria (AEAT),
los peritos comprobaron que en 30 apuntes de pagos del IVA, por más de
118.000 euros, entre 2009 y 2012, o bien el número de justificante no
existe o bien el CIF corresponde a un titular diferente de la base aérea
de Getafe. “Se trata de hechos de gran gravedad que podrían evidenciar
conductas constitutivas de un delito de fraude del que no solo sería
responsable el gestor de la SEA 027 sino también el responsable de la
oficina del BBVA, desde la que supuestamente se hicieron los pagos
trimestrales del IVA que resultan ser ficticios”, advierten.
- Desviación de fondos públicos. Los peritos constatan
trasvases de fondos entre las tres cuentas que tenía oficialmente la
SEA 027, lo que estaba prohibido y constituye “una evidente desviación
de fondos públicos, obviándose por completo todos los procedimientos
legales. Cuando menos”, agregan, hay “una mala gestión de dichos fondos,
que se utilizan de manera poco transparente, mezclando los destinados
al pago de nóminas y los de gastos corrientes”.
- Cuenta ilegal. En el curso de la investigación se
descubrió una cuenta bancaria no declarada, nutrida con la venta de
productos farmacéuticos, de cuya existencia no tenían conocimiento ni la
Secretaria General del Tesoro pese a que su autorización es preceptiva
para abrir este tipo de cuentas, ni la Agencia Tributaria, “lo que
permite que pueda eludirse todo tipo de control de los fondos públicos
que en ella se ingresan”.
- Salidas sin justificar. El informe constata fuertes
salidas de dinero de una cuenta de la base de Getafe en el BBVA. En
concreto, 453.779 euros en 2010, 500.528 en 2011 y 562.080 en 2012 “cuyo
origen y destino no se puede, en principio, identificar”.
- Contratos inflados. Menos de la mitad de los pagos a
proveedores de productos alimenticios entre 2010 y 2012 corresponden al
contrato adjudicado, en concreto 354.750 euros. El resto (459.912) se
pagó al margen de la licitación, mediante contratos menores o
“prorrogando ilegalmente el contrato inicial”, ya que dichas prórrogas
debían haber estado previstas en el pliego de cláusulas del concurso. Se
trata, en opinión de los peritos, de una “utilización fraudulenta de
los procedimientos de contratación para eludir la libre concurrencia y
la igualdad de trato entre los candidatos”.
- Pago anticipado. “Este equipo pericial ha obtenido
evidencia documental de que se han pagado anticipadamente a determinados
proveedores los suministros de alimentación contratados, lo que está
expresamente prohibido en la Administración”, advierte el informe. En
concreto, una empresa reconoció tener en octubre de 2010 un depósito de
11.486 euros. La ley obliga a que, antes de pagar, se acredite
documentalmente que se ha realizado el suministro, por lo que la entrega
de dinero público en depósito implica, según el informe, “conductas
delictivas tales como falsedad de documento mercantil, falsedad
testimonial y malversación de caudales públicos, sin olvidar la
responsabilidad patrimonial”.
- Concursos amañados. Los peritos constatan que la recepción de los productos la hacen “las mismas personas que actúan como vocales técnicos de cada expediente y, por tanto, con potestad para proponer al adjudicatario del mismo”. Pero no es esa la única irregularidad. El informe explica cómo se amañan los concursos: en los pliegos de prescripciones se pondera con un 60% el precio, pero solo de algunos productos, no de todos. Los suministradores habituales los ofertan a un precio bajo, incluso con pérdidas, pero hacen negocio con otros productos que no ponderan y que saben van a suministrar. Por ejemplo, una firma ofreció el emperador fresco a 6,9 euros el kilo y el congelado a 8,9. El primero ponderaba un 18,7% y el segundo, solo el 2%. Ganó la oferta que daba el fresco más barato, pero suministró el congelado, más caro.
- Comensales fantasma. En la cocina se llevaban dos contabilidades sobre el personal con derecho a comida: la oficial, en estadillos mensuales, y la real, en partes diarios. “El número de raciones en los estadillos oficiales es muy superior al que aparece en los partes diarios”. El Tesoro pagaba con arreglo a los primeros. La diferencia nutría la caja b.
- Fuera del menú. En 2010 se compraron grandes
cantidades de productos que no figuraban en ninguno de los 365 menús
servidos ese año. Por ejemplo, 2.409 kilos de embutidos ibéricos por
43.296 euros. “Se trata de productos que no están destinados a los
gastos de alimentación que deben ser asumidos con cargo a los
Presupuestos del Estado”, advierte el informe. Lo mismo se repitió en
2011 y 2012.
- Fraude fiscal. Al analizar la facturación de los
suministradores, se constató que no coincidía lo declarado por alguna
empresa con los datos de la unidad ni con lo que figura en el Sistema de
Gestión del Ejército del Aire (SIGEA), “por lo que se puede concluir que este proveedor no cumple con sus obligaciones tributarias, como tampoco la SEA 027”.
- ¿Atracón de pan y aceite? En diciembre de 2010, se
compraron 50.525 barras de pan pequeñas, cuando su consumo no pasa de
7.000 al mes. También parece excesivo el consumo de aceite: 110 litros
diarios. Estas compras podrían encubrir otras, como 360 botellas de
vino, 456 de cerveza, 252 de cava y 160 de alcohol de alta graduación,
por las que se abonaron 5.871 euros en metálico en diciembre de 2012,
según figura en un albarán.
- Falsos estudios. La compra de un portátil Sony se
facturó como estudio y consultorías. Cuando se pidió una copia del
estudio, se contestó que no se guardaba. A una firma de merchandising
se le compró material eléctrico y de limpieza por 40.000 euros. Los
peritos se preguntan por qué se contrató a una empresa que no vendía
esos productos. (Jesús.R.G.)
Fuente: http://politica.elpais.com/
Al final el libro una paso al frente va tener razon
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