La Armada aprobará a final de año el nuevo diseño del S-80 para impulsar la obra en 2016.



La Armada tiene previsto autorizar en las últimas semanas de este año el rediseño definitivo de los nuevos submarinos de la clase S-80 que proyectan los ingenieros navales de Navantia. La previsión es superar esa fase clave del proyecto con la finalidad de darle un impulso a la construcción de los buques a partir del próximo año. Así lo confirmó el almirante jefe del Arsenal Militar, Fernando Zumalacárregui Luxán, en declaraciones posteriores a la ceremonia celebrada ayer con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen. «Para final de año se hará la última conferencia del rediseño del submarino para firmarlo ya definitivamente. Hemos hecho reuniones anteriores y ahora tendremos una previa para dar ese último paso de certificación», explicó. 

 El proyecto de los nuevos submarinos, el más importante de la industria militar española, está ralentizado desde la primavera de 2013 debido a los problemas de sobrepeso del prototipo. Navantia y la Armada recurrieron a una asesoría técnica externa de los Estados Unidos para solucionarlos. Pero corregir esos desequilibrios de cargas en el 'Isaac Peral' (S-81) han supuesto ya 30 meses de retraso y un aumento del gasto en 208 millones de euros -el programa fue presupuestado hace una década en 2.200-. Aunque el grueso de los trabajos de la fase productiva se realicen el próximo año, Zumalacárregui recordó que el astillero ya lleva mucho avanzado en la fabricación de los cascos resistentes de los cuatro buques, así como en mucbos de sus equipos. «Ya estamos concibiendo los anillos nuevos, por ejemplo. Pero queremos empezar el año que viene con el diseño listo», añadió. 

El vicealmirante presidió en el Patio de Armas del Arsenal el acto castrense del Carmen, al que asistieron por primera vez como autoridades la presidenta de la Asamblea Regional, Rosa Peñalver, y el alcalde de Cartagena, José López, acompañado por la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón. La Armada no solo homenajeó en esta jornada a sus miembros fallecidos; también a todos los profesionales del mar ausentes. Lo hizo compartiendo la ofrenda de una corona de laurel con representantes de la Cofradía de Pescadores, de la Autoridad Portuaria, de la Marina Mercante, así como de la náutica deportiva y de recreo. Una fuerza formada por marineros y soldados de Infantería de Marina desfiló ante mandos, autoridades, invitados y familiares de militares que asistieron a la ceremonia del día de la patrona. Una veintena de oficiales y suboficiales que han pasado a la reserva recientemente se despidieron de la Armada y de la Bandera, que besaron por última vez. 


En nombre de todos ellos, el capitán de navío José Luis García Velo pronunció unas palabras llenas de afecto hacia la institución y de agradecimiento a las familias como principales sufridoras de las largas ausencias de los marinos. Aun así, el militar aseguró: «Todo ha pasado rápido, demasiado rápido. Pero tanto ha merecido la pena que la mayoría de nosotros lo volveríamos a hacer». El vicealmirante Zumalacárregui también pronunció un discurso para resaltar el trabajo de los marinos, recordar los valores de sus trabajos, despedir a los reservistas y pedir la protección de la Virgen del Carmen para todos. Posteriormente, en declaraciones a los periodistas, aseguró que se abren nuevos tiempos para la Armada después de haber dejado atrás los peores momentos de la crisis. 

«Notamos franca mejoría. El año anterior fue muy duro, tanto en operaciones como en mantenimiento. Los barcos estuvieron con unas restricciones de combustible tremendas y las dotaciones navegaron muy poco. Este año volvemos a retomar la actividad. Los barcos navegan, dentro de un orden», anunció. Respecto a los retos para los próximos meses, con la vista puesta en la entrada en servicio de los S-80 a finales de esta década, el almirante reconoció que el principal es mantener el adiestramiento de las tripulaciones y los submarinos de la clase S-70. Pero pese a la escasez de unidades y las restricciones económicas para el mantenimiento de las que hay en servicio, fue tajante: «No nos vamos a quedar sin Arma Submarina. Eso lo puedo asegurar». (Jesús.R.G.)


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