Australia elige la oferta de Navantia para la fabricación de sus dos barcos logísticos.


Navantia acaba de dar un paso de gigante en la carrera por construir los dos buques de aprovisionamiento de combate para la Armada australiana por los que compite con el astillero coreano de Daewoo. La empresa pública española, que tiene puestas grandes expectativas en la obtención de este encargo, ha sido seleccionada por la Defensa del país austral como licitador preferente, es decir, el que ha presentado la oferta que más conviene a la Marina de las Antípodas, según han confirmado fuentes del Gobierno central. A partir de ahora se abre la fase de negociación del contrato, que se centrará en exclusiva con Navantia, sin que eso suponga que Daewoo haya sido desechado por completo en el concurso, algo, por otra parte, habitual en este tipo de licitaciones de exportación de material de la defensa. Aunque no se ha fijado un plazo de culminación de estas negociaciones, el Ministerio de Defensa prevé adjudicar el encargo -cuyo importe no ha trascendido- antes de que finalice la primera mitad del año, y así lo confirmó recientemente a este periódico la Embajada de Australia en España. 

Para los astilleros públicos gallegos, este encargo es de gran trascendencia, ya que según ha establecido Navantia, los dos buques, que están basados en el modelo Cantabria que ya se fabricó para la Marina española, se construirán íntegramente en Ferrol. La fabricación de los barcos implicará alrededor de tres millones de horas de trabajo -casi tres veces las del buque de acción marítima (BAM) que se ejecuta actualmente en la antigua Bazán-, lo que propiciará ocupación para unas 2.000 personas en los momentos más álgidos del programa, que durará cuatro años. Navantia opta una vez más por la prudencia: «No estamos en condiciones de hacer declaraciones ni facilitar información sobre el proceso, que el cliente ha clasificado de confidencial» afirmó un portavoz oficial de la compañía, quien admitió no obstante, que continúan trabajando para cerrar el pedido. «Desconocemos la agenda de trabajo que el cliente quiere seguir», añadieron. Varias bazas han jugado a favor de la oferta de la empresa en el concurso australiano. Por un lado, el Cantabria estuvo integrado en la flota del país durante casi un año, lo que permitió a sus mandos conocer sus prestaciones y operatividad. 

Además, Navantia fabricó en Ferrol dos megabuques -el Canberra y el Adelaide-, y también resultó adjudicataria del contrato para el diseño, la asesoría técnica y la transferencia de tecnología en el programa de los destructores. Las buenas relaciones entre la empresa española y la Defensa australiana han quedado refrendadas hace pocos meses cuando este último país volvió a confiar a Navantia la gestión del contrato de los destructores, debido a los retrasos en los plazos y al encarecimiento de la obra. El hecho de que los últimos barcos de la flota de las Antípodas se hayan fabricado en Ferrol, con sistemas y equipos que previsiblemente también se incorporarán a los logísticos, es otro factor que ha reforzado la posición de la empresa española en el concurso. Navantia no ha escatimado esfuerzos en los últimos años por crecer en Australia, en donde ya cuenta con cuatro centros -en Adelaida, Sídney, Melbourne y Camberra-, nutridos fundamentalmente por personal desplazado desde Ferrol. 

Necesitados de obras 
Los astilleros públicos gallegos están necesitados de lograr nuevos encargos para evitar verse abocados a otro gran parón. El próximo verano se entregará el buque flotel que se fabrica para la petrolera mexicana Pemex y únicamente quedará en ejecución el BAM para la Marina española. 
La empresa tiene la mirada puesta también en Arabia Saudí, país que ya ha autorizado la compra a Navantia de cinco corbetas, pero aún resta la firma del contrato. (Jesús.R.G.)


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