Reino Unido compró un tercio de las armas españolas exportadas en 2016.

El Reino Unido no solo es el primer destino de las inversiones españolas y su primer emisor de turistas, también es el primer cliente de la industria militar española. En 2016 compró armamento español por 1.346,7 millones de euros, el 33,2% del total, según un informe de la Secretaría de Estado de Comercio. Las ventas al Reino Unido responden a programas europeos de armamento que pueden verse afectados por el Brexit.España batió en 2016 su récord de exportaciones militares, con 4.051,8 millones, un 8,9% más que en 2015. Este tipo de comercio representa el 1,6% del total de exportaciones de bienes españoles en 2016 (254.530 millones).

El informe sobre exportaciones de material de defensa y doble uso remitido al Congreso señala que el 62,1% de las ventas de armas españolas en 2016 se dirigieron a países de la UE; entre los que destaca el Reino Unido, con un tercio del total. En la última década, Londres siempre ha estado entre los cuatro primeros clientes de la industria militar española —no en vano su Ejército es el más potente de Europa—, pero nunca había tenido el peso alcanzado el año pasado. El Reino Unido compró cuatro aviones de transporte A400M y dos de reabastecimiento en vuelo MRTT, así como piezas del avión de combate EF-2000, todos ellos programas europeos de armamento.

No hay temor a que Londres se descuelgue de estos programas conjuntos, ya muy avanzados, cuando salga de la UE, pero es más difícil que se asocie a futuros proyectos, lo que privaría a la industria militar española de su mejor mercado. Dos tercios de las ventas tuvieron como destino socios de la UE o de la OTAN, mientras que el tercio restante se repartió entre 52 países; entre los que destacan Egipto, Omán, Malasia y Arabia Saudí. Las operaciones ligadas a programas multinacionales sumaron 1,978,3 millones, un 48,8% del total; mientras que el sector aeronaútico representó el 78,5%. No obstante, la industria española de munición, la más ligada a la existencia de conflictos,  sigue teniendo su mejor mercado en los países árabes. El primer comprador fue Arabia Saudí (75,9 millones de euros), seguido de Irak (38) y Marruecos (29,9). Esos tres países representan por sí solos la mitad de las ventas de las partidas correspondientes a municiones, bombas, proyectiles, misiles y cargas explosivas.
Estos son destinos más polémicos de las armas españolas:
Egipto. El régimen del mariscal Al Sisi fue en 2016 el mejor cliente fuera de la UE y la OTAN. Compró ocho aviones de transporte (213,1 millones), piezas de aeronaves, vehículos de transporte y cadenas de tanques. En cambio, el Gobierno vetó la venta a Egipto de cartuchos de gas lacrimógeno, en virtud del embargo de material represivo dictado por la UE tras el golpe de Estado de 2013.
Arabia Saudí. Las ventas (116,2 millones) incluyeron repuestos para aviones cisterna y de transporte, granadas de mortero, munición de artillería y equipos de vigilancia. Comercio asegura que todas las licencias “fueron acompañadas de certificados de último destino con estrictas claúsulas de no reexportación o uso fuera del territorio del país”. Desde 2015, Riad interviene militarmente en Yemen y armas españolas han sido fotografiadas en poder de rebeldes yemeníes que las arrebataron a tropas saudíes.
Bahrein y Emiratos Árabes Unidos (EAU). Socios de Riad en la guerra de Yemen, compraron armas españolas por 19,1 y 26,7 millones. Bahrein adquirió 14 morteros integrados en vehículos militares y EAU, piezas de aeronaves, granadas de mortero y munición. Omán gastó 208,3 millones en dos aviones de transporte, 140 vehículos todo terreno, granadas y munición y sistemas de vigilancia aérea. Catar, 66.132 euros en recambios de carros de combate franceses y antenas.
Irak. El Ejército iraquí, instruido por militares españoles en el marco de la coalición internacional contra el Estado Islámico, compró munición de artillería y para armas ligeras por 38 millones y 19 vehículos blindados con brazo robot para desminado por 14,6.
Mali y Afganistán. España vendió al país del Sahel, donde el ejército español participa en una misión de formación de la UE, un avión de transporte y equipos para minería por 30,6 millones. Los repuestos para el sistema de vigilancia perimetral de la base de la OTAN en el aeropuerto de Kabul (Afganistán) sumaron 102.248 euros.
Turquía. El régimen de Erdogán, que interviene en el conflicto de Siria contra la guerrilla kurda, compró armas por 85 millones. Entre otras, dos fragatas para desguace (1,6 millones), piezas del avión de transporte A400M (40,8), componentes de motores de buques (1,8) y bombas de aviación.
Marruecos. El reino alauí compró granadas de mortero, cartuchos y botes fumígenos por 29,9 millones y recambios de aeronaves por 308.089 euros.
Colombia y Ecuador. Bogotá, inmersa en un proceso de paz con las FARC, gastó 22,9 millones en repuestos de aeronaves y de vehículos de transporte, munición de artillería y de armas ligeras y sistemas de alerta de radar. Su vecino Ecuador fue el mejor cliente en Sudamérica, con 55,2 millones en piecas de aeronaves y sistemas de vigilancia.
Venezuela y Nicaragua. El régimen de Maduro compró repuestos para blindados, piezas para una avioneta y software de simulación de radar por 2,6 millones. Nicaragua adquirió cartuchos antimotín y artificios lacrimógenos por 1,4 millones.
Israel. Las exportaciones ascendieron a 530.927 euros, en sistemas para el caza EF-2000 o el helicóptero Tigre. El informe menciona la venta de dos helicópteros sin piloto al Ministerio de Agricultura de Tel Aviv, pero omite el hecho de que este regaló uno a Rusia, contraviniendo el embargo de la UE.
Túnez. El país magrebí, enfrentado al terrorismo islamista, fue el primer comprador de material antidisturbios español, por valor de 4,3 millones. Además, compró un blindado de transporte, granadas de mortero y cartuchos por 1,6.
Tailandia. La Junta Militar que gobierna el país compró un avión de transporte (27,3 millones), munición antiaérea y de arillería, piezas de aeronaves, repuestos de radar y sistemas de visión nocturna. En total, 36,1 millones.
Malasia. 167,6 millones en un avión de transporte (120 millones), piezas de aeronaves, componentes para disparos de cañón, bengalas y botes de humo para aviones blanco no tripulados y sistemas de visión nocturna, entre otro material.(Jesús.R.G.)

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