Panteras en Moqur: puro combate.

Panteras en Moqur: puro combate


Este reportaje versa sobre la 3ª Compañía «Panteras» del Ejército de Tierra, desplegada en Afganistán en el puesto de combate avanzado «Ricketts» entre noviembre de 2012 y marzo de 2013. Aunque bien podría referirse a cada una de las unidades españolas que han pasado por aquel paisaje marciano y polvoriento en verano, lunar y gélido en invierno, de la provincia de Badghis, de donde se replegaron las tropas españolas hace siete meses. Moqur era una de esas zonas calientes en una «misión de paz» en Afganistán, contada ahora en guerra. Como la ruta Lithium, como Golo Jirak, como Bala Murgab: «Tiros a mansalva aquellos días», describe un militar destinado con los «Panteras» del batallón Toledo, perteneciente al Regimiento de Infantería Ligero «Príncipe» Nº3 de la Brilat. Tantos tiros con mortero de 81 milímetros, de fabricación israelí incluido que un día antes de la visita del presidente Mariano Rajoy a Afganistán aconteció un combate del que no tuvimos conocimiento hasta que el Boletín Oficial del Estado, aunque sin mencionarlo, lo sacó a la luz el pasado 15 de abril.

Miembros de la compañía en Kalabuche /Pío Aspfor XXXII
Miembros de la compañía en Kabulche / PIO Aspfor XXXII

«En atención a los méritos y circunstancias que concurren en el Capitán del Cuerpo General del Ejército de Tierra, Escala de Oficiales, don José Alberto Sánchez Romero, se le concede la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo», informaba el BOE. Se trata de la alta condecoración militar para acciones realizadas en un conflicto armado (guerra) u operaciones militares que impliquen el uso de fuerza armada. Un mando de aquellos días en Afganistán relata a ABC, con la sosegada normalidad militar, que el 21 de diciembre de 2012 en Miranzai tampoco pasó algo excepcional. «Lo de siempre en aquellos días en que se impulsaron operaciones militares, jun- to al Ejército afgano, en una zona donde hasta entonces no se habían internado las tropas de la OTAN». El objetivo era ofrecer seguridad a las tropas del Ejército Nacional Afgano que se iban a adentrar, a tiro limpio, en uno de los bastiones de la insurgencia talibán, que a finales de 2012 había recrudecido sus ataques. 

La operación de Kalbuche /PIO Aspfor XXXII
La operación de Kabulche /PIO Aspfor XXXII
 
Había que asegurar la zona antes de que las tropas españolas comenzaran el repliegue. Se denominó la operación Grey Beret, en honor a la boina gris de Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable «Galicia» VII (Brilat). Una columna terrestre con unos 30 vehículos, helicópteros de ataque italianos (los «Tigre» españoles no estaban aún desplegados) y un centenar de militares españoles se batieron en un enfrentamiento que comenzó como comenzaba todo lo malo en Afganistán: con un ataque de IED (explosivo improvisado), seguido esta vez de otro más.

Fuego a distancia, despliegues de dos tipos de aviones no tripulados (Raven y ScanEagle), disparo de mortero embarcado… y todo ello en un abrir y cerrar de ojos es lo que vino después, fiel reflejo del nuevo estilo de mando que dio Afganistán a la nueva generación militar española. El capitán Sánchez Romero (31 años, natural de Madrid) fue reconocido por ello, aunque él solo tiene palabras de reconocimiento para sus «Panteras». Antes del combate en Miranzai, esta compañía de la Brilat, integrada en el contingente Aspfor XXXII con el coronel Fernando García González Valerio al mando tuvo un primer bautismo de fuego los días 2 y 3 de diciembre en la operación Goshwak (Azor, en inglés). Aquella vez el Ministerio de Defensa dio cuenta del enfrentamiento de los «Panteras» del Ejército cerca de la localidad de Kabulche: «Recibieron fuego desde cotas situadas el este a unos 1.100 metros de distancia, respondiendo los militares españoles con fuego de ametralladora y de mortero». También con lanzagranadas LAG 40.

Ascendiendo a uno de los picos / PIO Aspfor XXXII
Ascendiendo a uno de los picos / PIO Aspfor XXXII

¿Resultado? La operación se efectuó con éxito. Además esta vez sí se pudo contabilizar cuatro insurgentes muertos, y así informó el Ministerio de Defensa, que con el cambio de Gobierno comenzó a informar sobre estas operaciones rutinarias que hasta entonces permanecían a la luz de los partes confidenciales del Mando de Operaciones. Siempre con el capitán Sánchez Romero al frente, la 3ª Compañía Panteras tuvo un papel crucial en otra operación junto a tropas afganas con el objetivo de mermar a la insurgencia afgana. Con nombre en clave «Almazak 1», esta vez la acción tuvo lugar en en el sur del valle del Murgab con el objetivo de internarse en el peligroso valle de Piwar. En la operación, que se prolongó durante tres intensos días, se abatió a seis insurgentes y se hicieron tres prisioneros.


Subida a la colina /PIO Aspfor XXXII
Subida a la colina /PIO Aspfor XXXII
 
En aquella zona de Muqur sufrió el gran golpe el contingente español, con la muerte del sargento David Fernández Ureña, del cuerpo de ingenieros y el fallecido número cien de España en la guerra de Afganistán. ¿Qué cualidades debe tener un buen capitán en esas situaciones?, preguntamos a otro mando militar de aquellos días en Afganistán: «Capacidad de liderazgo. Esto no es más que tu teniente o tu sargento sepan lo que quieres con solo una mirada. E iniciativa, en un corto espacio de tiempo». Todo ello reconoce el Ministerio de Defensa con la concesión de la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo al capitán Sánchez Romero el «Mohicano», el capitán de los «Panteras» de Moqur.

Patrulla de la Compañía Panteras /PIO Aspfor XXXII
Patrulla de la Compañía Panteras /PIO Aspfor XXXII
Operación Almazak 1/PIO Aspfor XXXII
Operación Almazak 1/PIO Aspfor XXXII
El capitán Sánchez Romero (izq.) durante la ceremonia de arriado de banderas del COP Ricketts / PIO Aspfor XXXII
El capitán Sánchez Romero (izq.) durante la ceremonia de arriado de bandera del COP Ricketts / PIO Aspfor XXXII


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