Parte del contingente español en Irak podría estar expuesto a sustancias tóxicas.


Parte del contingente español desplegado en Irak para formar al Ejército iraquí en su lucha contra el Estado Islámico/ DAESH, podría estar expuesto a sustancias tóxicas procedentes de una fábrica próxima a la base de Besmaya. La base iraquí de Besmaya, concretamente el “Besmaya Range Complex” situado aproximadamente a 30 kilómetros al este de Bagdad, viene siendo empleado estos últimos años por Estados Unidos. Una de las áreas conocida como FOB (Forward Operating Base) Hammer o “Butler Range” ha sufrido durante años los efectos de un complejo industrial próximo que se dedica a la fabricación de ladrillos y del que emanan nubes tóxicas. 

Dependiendo de los vientos reinantes, estas nubes afectan a las instalaciones como ha venido quedando claro al menos desde 2007, cuando el Pentágono inició las investigaciones y realizó estudios de muestras. La fábrica de ladrillos de Narhwan es un gran complejo en el que hay más de cien plantas que fabrican millones de ladrillos diarios y cuyas nubes contienen sustancias tóxicas resultantes tanto de la producción de los ladrillos como del uso de combustible para alimentar los hornos. Según diversos informes oficiales estadounidenses, que están disponibles en internet, se han venido realizando estudios sobre el impacto de la salud de los soldados estadounidenses. Algunos como el memorándum MCHB-TS-RDE 20 AUG 2007 de Agosto de 2007 informa de muestras de aire con contenido tóxico. Habría riesgo alto de exposición a una concentración elevada de partículas de un tamaño inferior a 10 micras (PM10) y metales. 

La organización responsable de estos estudios (Occupational and Environmental Health u OEH) determinó que existía riesgo para la salud del personal militar y confirmó que se había incrementado el número de infecciones respiratorias que podrían achacarse a este efecto. Recordemos que la aportación española a la lucha contra el IS/DAESH en Iraq fue aprobada en octubre del año pasado y contempla el envío de un contingente de 300 militares durante seis meses para tareas de formación del ejército iraquí. De este contingente se encontrarían en el Building Partner Capability (BPC) de Besmaya más de 200 soldados de la Brigada de la Legión como unidad de adiestramiento y fuerza de protección. Este es uno de los cuatro centros de estas características desplegados por la coalición en Irak. El despliegue inicial del contingente español finaliza en mayo pero se da por segura una ampliación de otros seis meses, estando previsto que sea la Brigada Paracaidista la que se desplace a Iraq para sustituir a la Legión. 

Tras ponernos en contacto con el Ministerio de Defensa preguntando sobre esta cuestión, se nos informa que “en las mediciones habituales y en los muestreos periódicos de la calidad del aire por parte del oficial NBQ del contingente español desplegado en Iraq, se han detectado en alguna ocasión niveles altos de monóxido de carbono en el campo de adiestramiento de Besmaya”. “Los datos de los reconocimientos han resultado variables dependiendo, sobre todo, de los vientos dominantes en la zona y en alguna ocasión se han tenido que adoptar medidas de prevención y protección aunque, en ningún caso, la situación ha podido calificarse de grave”. Derivadas de esta situación se habría decidido implantar una serie de medidas de prevención para evitar riesgos. Según el Ministerio de Defensa, los controles de calidad del aire forman parte de los procedimientos de protección de las fuerzas desplegadas en zona de operaciones. (Jesús.R.G.)


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