“¿Por qué descartamos un Ferrari?”. Defensa indigna al Ejército del Aire por la compra de drones.

Global Hawk 

En los próximos meses se conocerá la decisión que ha tomado el Ministerio de Defensa tras analizar las dos ofertas de UAV de Media Altitud y Largo Alcance (MALE) que tiene sobre la mesa. Una de ellas es la del consorcio israelí IAI, que suministraría cuatro aparatos del modelo Heron TP por unos 400 millones de euros. Una oferta participada también por la española Indra. La otra, estadounidense, supondría dotar al Ejército del Aire de cuatro UAV fabricados por General Atomics, con ayuda de la española Sener. 

El coste de estos MQ-9 Reaper conocido también como Predator B ascendería a 330 millones según fuentes del sector consultadas por ECD. En el Ejército del Aire se sigue con muchísima atención todos los detalles que rodean a esta compra, que el Ministerio de Defensa guarda con mucho celo por su carácter de programa altamente estratégico. Pero comienzan a surgir con fuerza voces discrepantes sobre algunos pasos que ya se han dado en el proceso de adquisición. 

Dejar fuera el Global Hawk 
Según ha sabido El Confidencial Digital, entre los mandos del Aire se critica abiertamente la decisión de Defensa de dejar fuera la tercera oferta que había llegado al Ministerio: la de la Northrop Grumman Corporation, que ofrecía a España tres aparatos Global Hawk ya fabricados y listos para poner en funcionamiento. Tal y como consta a ECD, el fabricante del Global Hawk mostró a Defensa incluso a través de Exteriores su interés en participar en dicho proceso de adquisición. Sin embargo, le fue imposible entrar a formar parte del concurso al no recibir una invitación oficial mediante una petición de información por parte del Ministerio. 

Esta situación, afirman fuentes del Aire, aparta a España de “posiblemente el sistema aéreo no tripulado más avanzado del momento”, cuyas capacidades técnicas y tecnología son “mucho más avanzadas que las de los otros modelos”. Algunas voces incluso realizan un símil automovilístico, afirmando que Defensa ha descartado un “Ferrari” para conformarse con un utilitario. Y según explican, más caro aún. El coste de los tres Global Hawk ofrecidos a España, según fuentes de la industria, ronda los 80 millones de euros, importe muy inferior a los 330 de General Atomics o los 400 de IAI. Se trata, dicen, de una decisión empresarial: buscan promocionar el modelo y captar compradores entre los socios de la OTAN que aún no han optado por otros modelos. 

Un contrato europeo en juego 
Algunas de las fuentes consultadas consideran que tras la decisión de prescindir del Global Hawk en el concurso se encuentran cuestiones políticas ajenas a los intereses propiamente estratégicos. Según explican, la más que posible incorporación de España al futuro proyecto europeo de drones estratégicos, que de momento cuenta con el respaldo de la Agencia Europea de Defensa (AED), así como de Francia, Alemania e Italia. 

La entrada en este proyecto supondría una importante carga de trabajo para la industria europea de defensa, pero no estarían operativos hasta aproximadamente el 2025. Hasta entonces, España tendría que conformarse con el Reaper o el Heron TP, a la espera del aparato europeo de última generación. 

Más de un día de vuelo ininterrumpido 
España ha admitido que estudiará el proyecto, que cuenta ya con 60 millones de euros para su fase de planteamiento. El futuro aparato tendrá una autonomía de 24 horas y un techo de 9.000 metros. El Global Hawk, tal y como explican las fuentes consultadas, tiene su límite de autonomía en 30 horas, y en pruebas experimentales ha estado a punto de llegar a los 20.000 metros de altura. 

“Vamos a invertir en un proyecto europeo que hay que desarrollar desde cero, con el coste, riesgo y tiempo que ello implica, y dejamos de lado una plataforma ya en servicio que tiene esas mismas capacidades” afirman estas voces del Ejército del Aire. (Jesús.R.G.)


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