Esta es la mujer que más se preocupa por la salud de los militares.

Esta es la mujer que más se preocupa por la salud de los militaresLa teniente coronel Ana Betegón Sanz se ha convertido en la primera mujer al mando de una unidad operativa del Ejército del Aire, como jefa de la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue

Para la teniente coronel Ana Betegón Sanz, este lunes ha sido “un día intenso”. Tras 26 años en las Fuerzas Armadas, se ha convertido en la primera mujer en mandar una unidad operativa del Ejército del Aire –las que están en primera línea cuando se produce un conflicto-, al tomar posesión de la jefatura de la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue del Ejército del Aire.

Antes ya habías sido la primera jefa de un role, en Afganistán; eres una pionera. ¿Cuál ha sido tu trayectoria?
Soy de las primeras mujeres que entraron en las Fuerzas Armadas, por eso estoy donde estoy. Entré en 1990 y salí como teniente en 1991 destinada a la Brigada Acorazada ‘Guadarrama’ XII, en el Goloso -Madrid-. Al cabo de un año fui a la Sección de Actividades Anfibias, a Zaragoza. Allí estuve 5 años y después pasé otro año en el Regimiento de Infantería Ligera ‘Garellano’ 45, en Munguía, Vizkaya. De ahí pasé a la Sección de Sanidad de la base aérea de Zaragoza, donde estuve de 2001 a 2008, cuando cogí un destino en el Hospital General de la Defensa, donde he estado hasta el día de hoy.

He participado en misiones en el exterior en nueve ocasiones: estuve dos veces en Aviano, Italia; en 2002 participé en la Operación Libertad Duradera; fue a Kircijistán; y he estado 5 veces en Afganistán.

Has trabajado como médica y como jefa, ¿qué te gusta más?
Hombre… -risas-. Más bonito y operativo, donde más adrenalina sueltas, es cuando realizas aeroevacuaciones médicas. Eso es lo que más me ha gustado. Me parece una función excelente, con la que le damos moral a la gente que está en vanguardia.


¿Por qué es importante esta Unidad?
Es importante porque si queremos que los militares que están desplegados en operaciones sean buenos profesionales, operativos al 100% y en perfecto estado, necesitas que les apoye una buena sanidad, con formación específica, medios y capacidades.


¿A cuántas personas mandarás?
Somos una unidad chiquitita, pero muy trabajadora, alrededor de unas 30 personas.


¿Qué trabajo realiza la unidad?
Nosotros vamos a los lugares donde se va a realizar una misión, montamos los Roles –una instalación sanitaria de menor (role 1) o mayor capacidad (role 4) según la misión- y estamos allí durante una rotación -2 meses- y después somos sustituidos por otro tipo de médicos. Cuando hay que replegar y cerrar los roles, volvemos para recoger el material y traerlo. No obstante, durante ese intervalo, siempre hay algún médico, enfermero o sanitario que está allí. Ahora mismo tenemos gente desplegada en Yibuti, Senegal, Sicilia…

En España hacemos instrucción y formación a personal que va a ir a misiones -tanto médicos como enfermeros y sanitarios- sobre cómo tienen que actuar ante un herido, cómo trabajar allí, etc. Es lo que se llama instrucción médico-militar.

Montan un hospital en 40 minutos
Se trata de una Fuerza de Proyección de Muy Alta Disponibilidad.
Sí. Estamos preparados para estar sobre el terreno, en cualquier parte del mundo, en 72 horas y, una vez allí, podemos tener un role montado en 40 minutos, para actuar cuando sea necesario.


¿Cómo han mejorado las nuevas tecnologías vuestro trabajo?
Se ha desarrollado mucho todo lo relacionado con el control de hemorragias, una de las primeras causas de muerte en las misiones en el extranjero. Se está consiguiendo material muy importante y de muy rápida aplicación. También se está mejorando en la resucitación cardiopulmonar. Y lo último que se está comprando son cámaras de aislamiento para enfermedades infecto contagiosas.


¿Qué papel juega la telemedicina?
Es una de las partes fundamentales, porque no tenemos capacidad para desplegar todo tipo de especialistas, sino sólo los que consideramos especialistas críticos –para un role 2: médicos intensivistas, anestesistas, cirujanos, traumatólogos y médicos de familia, junto con la enfermería y veterinarios para plagas y control de alimentos, psicólogos y odontólogos-. Gracias a la telemedicina, por ejemplo, se puede atender, desde España, a través de una cámara, a personas con un problema oftalmológico o dermatológico.


¿Sólo atendéis a militares?
No. España siempre determina que una de las capacidades sea que se atienda a la población civil amiga. Por ejemplo, en el Role 2 de Afganistán atendió, en 10 años, a 35.000 civiles.


¿Cuáles son los mayores retos a los que se deberá enfrentar en los próximos años?
Los retos a los que tiene que hacer frente la unidad es continuar con los periodos de instrucción dentro de la logística sanitaria: perfeccionamiento, métodos de actuación, que cada vez tengamos mejores medios y seamos más rápidos de movilizar… En cuanto a mí, tengo una unidad muy formada. Se creó en 2003 y lleva una trayectoria muy hecha. Mi función como jefa es dar a conocer esta unidad y que funcione tan bien como hasta ahora.


¿Cuánto tiempo la mandarás?
Calculo que estaré aquí unos 3 años… si tengo la suerte de ascender a coronel.


España, a muy alto nivel
¿A qué nivel estamos en el aspecto médico respecto a otros países?
Muy bien. No puedo decir otra cosa: muy bien. He trabajado con búlgaros, italianos, incluso mandé a americanos… España está a muy alto nivel.


¿Por qué te gustaría ser recordada cuando se vaya de la Unidad?
Por haber mandado una unidad donde no se hayan producido grandes conflictos, que haya funcionado bien y que haya conseguido metas superiores a las que se esperaban.


¿Cuáles son esas metas?
Una de las más a corto plazo es conseguir tener un role 2 básico de alta movilidad. Con él podríamos desplegar rápidamente con unidades de operaciones especiales en misiones cortas. Estaríamos muy próximos a ellos para que, en un máximo de 2 horas, pudiéramos atenderles, entrar en un quirófano…


¿Qué le dirías a una chica que esté pensando en ‘apuntarse’ a las Fuerzas Armadas?
En este momento, en Cuerpos Comunes está empezando a dominar el ingreso de mujeres sobre el de hombres. Yo le recomendaría que le guste la disciplina, ir de misión y que no le importe dormir en el suelo en unas maniobras. Ante todo, debemos ser operativas.


Provienes de una familia castrense…
No vengo, ¡la he formado yo! -risas-. Nadie en mi familia era militar, pero me he casado con un coronel veterinario y tengo dos hijas: una saldrá de teniente de infantería del Ejército de Tierra el 14 de julio, de la Academia General Militar, y otra está estudiando veterinaria para opositar y entrar en las Fuerzas Armadas como su padre. En casa han estado muy acostumbradas a que siempre haya faltado el padre o la madre porque íbamos a misiones en el exterior y no les ha causado ningún trauma, sino que las ha hecho madurar un poquito más rápido. (Jesús.R.G.)


Fuente: http://www.onemagazine.es
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