El Gobierno apuesta por el JEMAD Alejandre para que mande en la OTAN.

El general de Ejército Alejandre durante su toma de posesión como nuevo JEMAD.
El general de Ejército Alejandre durante su toma de posesión como nuevo JEMAD

Cuando, el 24 de marzo, el Consejo de Ministros nombró al general de Ejército Fernando Alejandre nuevo Jefe del Estado Mayor de la Defensa, lo hizo para un periodo de cinco años. Su mandato se debe extender hasta el próximo 2022. Sin embargo, podría cruzarse en su camino un ‘ascenso’ inesperado: ser el nuevo jefe del Comité Militar de la OTAN. En caso de concretarse, le obligaría a dejar el puesto y habría que buscar otro JEMAD.

El puesto militar más alto de la OTAN
La OTAN debe proceder en los próximos meses al relevo del actual jefe del Comité Militar, el organismo que asesora al secretario General y al Consejo del Atlántico Norte (la más alta autoridad de la OTAN) en materia militar. Es el puesto más alto al que puede aspirar un militar en el seno de la Alianza.

Actualmente, el cargo lo ocupa el general checo Petr Pavel, que tomó posesión en 2015 y que deberá cesar en el puesto en 2018. Para ser nombrado, existe un requisito fundamental: los candidatos deben ser jefes del Estado Mayor de la Defensa en su país respectivo. De hecho, el Comité Militar está integrado por todos los JEMADs aliados.

Le toca a un país del sur de Europa
Tal y como explicó el teniente general en la reserva Pedro Pitarch, en un reciente artículo en su blog personal, en la Alianza existe una especie de sistema turnista no escrito (y por tanto no es infalible) que se aplica a la elección del jefe del Comité Militar: el cargo lo ocupa un país ‘ex Pacto de Varsovia’, y al siguiente turno le corresponde a uno que no haya estado en la órbita soviética. Puesto que el saliente procede de Chequia, teóricamente ahora correspondería al segundo grupo, a una nación del sur de Europa. Eso situaría al actual Jefe del Estado Mayor de la Defensa español como uno de los candidatos al puesto.
Sin embargo, explican fuentes militares de alto nivel consultadas por ECD, “no es para nada un camino fácil”. Deben ser el ministerio de Exteriores o el de Defensa quienes presenten la candidatura en nombre de España, y luego ganarse el favor del resto de países aliados. Tal como admiten fuentes políticas muy próximas a la Moncloa, la opción de que España presente su candidatura a presidir el órgano está “sobre la mesa”. No sólo eso, sino que “se ve con muy buenos ojos” dicha posibilidad. De hecho, admiten que el perfil de Alejandre, especialmente adecuado para ese puesto en la OTAN, habría sido una de las circunstancias que ha decantado su nominación como JEMAD, que como contó ECD no estuvo exenta de contratiempos: Defensa convocó a los aspirantes a una segunda ronda de contactos.

En Moncloa convence su perfil
El movimiento tiene claros tintes políticos, y así lo valora el Gobierno. Conseguir ese puesto supondría un espaldarazo para España en el terreno internacional, en el que, por cierto, estos últimos años ha tenido escasa representación.
Según las fuentes consultadas, serviría también para mostrar el compromiso con la Alianza Atlántica, en un momento es que se nos ha planteado la exigencia de aumentar el presupuesto de defensa hasta el 2 por ciento del PIB (actualmente está en el 1 por ciento).

Alejandre encaja en el perfil
ECD ha consultado a militares de alta graduación sobre las posibilidades que tendría la candidatura de Alejandre para conseguir el puesto de mando de la OTAN. “El perfil encaja”, responden. Estas son algunos datos que les llevan a pensar eso:
-Habla inglés fluidamente.
-No es una cara nueva para la OTAN: ya ha ocupado cargos relevantes como segundo jefe de Estado Mayor para Recursos en el Cuartel Supremo de la Alianza en Europa
-Ahora era segundo jefe del Mando de la Fuerza Conjunta de la OTAN, hasta su nombramiento como JEMAD.
-Buenas relaciones con Estados Unidos: requisito indispensable para lograr la nominación. Alejandre ha sido agregado militar en la embajada española de Washington, ha sido alumno de la academia de ingenieros de la U.S. Army, y fue condecorado con la medalla del Servicio Meritorio del ejército estadounidense. Las fuentes consultadas por ECD aseguran que el último de estos puntos, el visto bueno de Estados Unidos, sería “la mejor baza para conseguir el puesto”.

Visto bueno de Estados Unidos
“En la OTAN, la voz definitiva la tiene Washington y, aunque puedan existir discrepancias, la postura norteamericana tiende a imponerse, aunque tener el apoyo de Estados Unidos no signifique el éxito de por sí”, explican.
Otras fuentes, en el ámbito político, dejan caer que España ya contaría con el visto bueno de Estados Unidos a una posible candidatura, que deberá presentarse en los próximos meses y votarse a finales de este 2017. Ni confirman ni desmienten que ese tema estuviese sobre la mesa en el reciente viaje de María Dolores de Cospedal a Washington, tras el cual, por cierto, se produjo el nombramiento de Alejandre como JEMAD.

Zapatero lo intentó con Sanz Roldán
La OTAN nunca ha tenido un Jefe del Comité Militar español. De hecho, España es el único país de los actuales socios que, no habiendo pertenecido al extinto Pacto de Varsovia, nunca ha ocupado ese cargo. Otro dato a favor de la candidatura de Alejandre. Lo intentó el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2007. El Ministerio de Exteriores, dirigido por Moratinos, presentó la candidatura del entonces JEMAD, Félix Sanz Roldán.

Sin embargo, la deteriorada posición internacional en que quedó España tras su retirada unilateral de Irak, junto con la pérdida de sintonía con Estados Unidos, donde apuraba el fin de su mandato George W. Bush, le restaron opciones definitivamente. El puesto se lo llevó el general italiano Giampaolo  Di Paola. De hecho, Sanz Roldán no llegó ni a la última ronda de votaciones, mientras que sí lo hizo el candidato polaco Franciszek Gagor. (Jesús.R.G.)


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