El satélite Paz ya «sirve a España» desde el espacio.


El 28 de diciembre de 2017, un avión Antonov AN-124-100 partió de la base aérea de Torrejón de Ardoz con una joya espacial en su particular «bodega». Al día siguiente, Paz llegó a California y este jueves -después de media docena de aplazamientos- pero con la puntualidad que se le presupone a una misión espacial, justo a las 15:17’, el cohete Falcon 9 ha despegado de la base norteamericana de Vandenberg (California, Estados Unidos) para transportar al satélite español hasta la órbita de La Tierra. El lanzamiento ha durado, como también estaba previsto, alrededor de 12 minutos y a las 15.28 horas Paz ya había ocupado su lugar en el espacio. 

Después de seis aplazamientos por distintos motivos, cinco en las últimas semanas -30 de enero, 10, 17, 18 y 21 de febrero-, el satélite español Paz, cuya explotación corre a cargo de la compañía española Hisdesat, ha podido iniciar hoy un viaje especial que le mantendrán siete años en la órbita terrestre con un objetivo: observar La Tierra y no perder detalle de lo que allí acontezca para después informar a las Fuerzas Armadas. Esto será posible ya que cada día, Paz dará quince vueltas a La Tierra a una altura de 514 kilómetros y a una velocidad de 7 kilómetros por segundo, 25.200 a la hora. En su órbita cubrirá en 24 horas la totalidad del planeta y permitirá captar imágenes en todo el mundo y en tiempo real. Disponer de esta tecnología, que ha supuesto una inversión de 160 millones de euros, supone un importante avance para España en la carrera espacial, ya que hasta el momento únicamente Alemania e Italia disfrutaban de sistemas de similares características. 

«Jornada histórica para España» 
«Hoy es una jornada histórica para España», ha destacado la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, quien ha seguido desde el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial (INTA), donde también ha dado «la enhorabuena» a España por disponer de un nuevo satélite que permita «seguir conquistando y explorando nuevos horizontes». «Con este satélite, España entra en la "Champions League" del sector espacial, en el club de naciones que tienen esta tecnologia, tanto en el ámbito europeo o mundial» Miguel Ángel Redondo, director comercial y desarrollo de Negocio de Hisdesat, empresa en la que hoy se felicitan después de que ayer llamaran a la paciencia. 

«Los retrasos son cosa normal en el mundo del espacio», subrayó ayer Santiago Bolíbar, presidente del Consejo de Administración de Hisdesat, quien hoy ha retomado su discurso al estilo de Fray Luis de León. «Como decíamos ayer...», ha ironizado Bolíbar, feliz de poder anunciar, hoy sí, que «el satélite Paz ha alcanzado una órbita intermedia a 514 kilómetros». «En román paladino, todo ha ido bien», ha sintetizado Bolívar, quien también ha adelantado que esta misma tarde, alrededor de «las 18 horas» se recibirán los primeros datos de Paz. A partir de ahí, comenzarán las calibraciones del satélite, que esperan esté operativo «en la segunda mitad de este año» pero que desde ya, como ha subrayado y como ya hacen otros satélites nacionales, «va a navegar por el espacio sirviendo a España». 

Utilidades diversas 
La utilidad práctica de Paz es amplia: podrá identificar los buques que navegan sin propósito conocido o reconocer una embarcación dedicada a la piratería, incluso detectar actividades de pesca ilegal o avistar una mancha de petróleo en el agua. Este ojo que todo lo ve permitirá a nuestras Fuerzas Armadas detectar los movimientos previos a la erupción de un volcán o el hundimiento mínimo de una vía del AVE. Incluso está dotado de un experimento para predecir comportamientos atmosféricos y evitar los desastres asociados a ellos. Dicho de otro modo: Control fronterizo, inteligencia, control medioambiental, protecciones de recursos naturales, operaciones militares, evaluación de catástrofes naturales, planificación de infraestructuras... 

Como valor añadido, las imágenes -más de 100 al día y de hasta un metro de resolución- se podrán tomar tanto de día como de noche y con una novedad fundamental: esta tecnología puede actuar con independencia de las condiciones meteorológicas. Este salto cualitativo respeto a la tecnología existente parte de la crisis del islote de Perejil que propició que, en el año 2007, el Ministerio de Defensa encargara a Hisdesat, el operador español de servicios gubernamentales por satélite, el desarrollo de un nuevo sistema de observación de la Tierra. Hisdesat asumió la encomienda y, bajo la dirección de Airbus, creó un consorcio formado por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), 15 empresas nacionales y 3 universidades, para desarrollar Paz. (Jesús.R.G.)


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