La Armada exhibe fuerza con la Alianza Atlántica en el Estrecho.


La rueda de prensa acontece media hora antes de una exhibición aeronaval con el buque insignia de la Armada Española, el Juan Carlos I, aproximándose a estribor, el buque Cantabria o la fragata Blas de Lezo a babor y otros cinco dejándose ver por la popa. Estamos a unas 20 millas náuticas de la costa gaditana, frente a la localidad de Zahara de los Atunes, y la OTAN exhibe aquí fuerza naval. Es un aviso, y no solo para navegantes. En el hangar del buque de apoyo logístico Castilla (L-52) el vicealmirante británico Keith Blount, jefe del mando naval de la OTAN, no duda en explicar que este tipo de fuerzas de reacción rápida «están preparadas para luchar en una guerra si es necesario». 

Todo buenismo se deja ya en puerto. Por ello es necesario adiestrarse y certificar a través de un ejercicio como el Dynamic Mariner 2019 que un buque-cuartel de mando estará listo en cinco o siete días si la OTAN lo requiere para comandar una misión naval. Sea cual sea el escenario. Desde el mar Negro, al Báltico, desde el Mediterráneo al Atlántico Norte. Esa será la misión del buque Castilla y su recién creado cuartel SPMarFor que, comandado por el vicealmirante Antonio Martorell Lacave, liderará en 2020 la Fuerza de Reacción de la OTAN (Nato Response Force, NRF). Junto a la naval, la Alianza Atlántica tiene otras cinco NRF alistadas permanentemente: terrestre, aérea, operaciones especiales, cíber y logística. 

El ejercicio más importante 
España aceptó esta valiosa aportación a la Alianza Atlántica para el próximo ejercicio después de que Holanda renunciara en septiembre por enviar sus buques a una emergencia humanitaria en las Bahamas. 

En las maniobras Dynamic Mariner, que deben certificar la capacidad española, despliegan del 7 al 18 de octubre 28 buques (26 de superficie y dos submarinos) y 21 aeronaves de doce países de la OTAN. En total, 4.500 marinos, siendo el ejercicio naval más importante del año en esta zona sur de la OTAN. En la misma rueda de prensa el almirante de la Flota, Manuel Garat, subraya que «no sólo nos preparamos para cualquier amenaza o contratiempo clásico que provenga del Este o Norte, también el Sur supone una zona de inestabilidad». Precisamente, ese viene siendo el mantra de España en el seno de la Alianza durante el último lustro: no solo Rusia, también el Sur cuenta para la seguridad de la OTAN, con la franja del Sahel como principal preocupación. Es la «disuasión 360 grados» que la OTAN quiere transmitir con estas maniobras. 


«Proporcionaremos una plataforma (el buque Castilla) para ejercer de mando y control de una fuerza naval de gran entidad que puede incluir grupos anfibios o portaaviones, escoltas, submarinos y aeronaves de distintos tipos», explica el vicealmirante Martorell Lacave que hasta hace poco era el mando de la Operación Atalante de la UE. El buque Castilla, con 160 metros de eslora, tiene una dotación de 190 marinos y ya ha desempeñado con anterioridad la misión de cuartel flotante de la OTAN, la última en 2015. Esta fue una de las razones por las que se recurrió a España una vez que la Marina de Holanda dejó tirada a la OTAN. Entre sus cometidos, esta Fuerza de Reacción naval puede actuar en «operaciones iniciales de entrada como parte de un despliegue mayor». Para ello, uno de los ejercicios a los que asistimos es el desembarco en la playa de la Sierra del Retín de cuatro lanchas, donde los infantes de Marina toman una playa y proyectan vehículos militares. 



España se ha volcado especialmente en este ejercicio en un momento en el que la OTAN atraviesa vicisitudes varias tras la decisión de Donald Trump de retirar las tropas estadounidenses del norte de Siria y dejar al aliado turco hacer la guerra libremente contra los kurdos. España, por ejemplo, se está planteando retirar su batería de misiles Patriot que despliega desde enero de 2015 en suelo turco con la OTAN. De los 28 buques que se han dado cita frente a las costas gaditanas, 16 son españoles (incluido el submarino Mistral). Además, el Ejército del Aire aporta un avión de patrulla marítima P-3M Orión, cercanos a su «retirada» pero que aún desempeñan su cometido tras casi 50 años de servicio. Signo inequívoco de que las inversiones aún se esperan en según qué rincones de las Fuerzas Armadas. 

2.700 militares y 16 buques españoles
Actualmente estas maniobras se encuentran en la fase de entrenamiento que durará hasta el domingo 13 de octubre, tras lo que se pasará a la fase operativa. Y en ellas se están realizando adiestramientos específicos en determinadas áreas como operaciones aéreas, guerra antisubmarina, de superficie y anti aérea, medidas contra minas, así como operaciones anfibias y de protección de la Fuerza.


España, como país anfitrión, aporta la mayor cantidad de medios al ejercicio, con más 2.700 militares y 16 buques: los buques 'Castilla', 'Cantabria', 'Rayo', 'Juan Carlos I' y 'Patiño', las fragatas 'Álvaro de Bazán', 'Juan de Borbón', 'Reina Sofía', 'Santa María', 'Numancia' y 'Blas de Lezo', los cazaminas 'Segura', 'Tambre' y 'Tajo'. Así como el submarino 'Mistral' y un avión P-3 Orión de patrulla marítima. Parte de los buques de varios países participantes en este ejercicio están integrados actualmente en Agrupaciones Navales Permanentes de la OTAN SNMG1 y SNMG2. (Jesús.R.G.)
Fuente:  https://www.lavozdigital.es/

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