Superarma orbital: ¿atacará el Pentágono a Rusia y Corea del Norte desde el espacio?


La Fuerza Aérea de Estados Unidos supuestamente está barajando la posibilidad de desplegar un sistema militar altamente sofisticado en el espacio, informa el medio Military Watch Magazine. La idea de usar armas cinéticas no es nueva y ya fue barajada en el pasado. Sputnik analiza qué tan factible es la propuesta.

La idea que está en consideración es conocida bajo el nombre de Proyecto Thor y supone la creación de una superarma potente en la órbita de la Tierra que sea capaz de realizar el llamado bombardeo cinético. La historia del concepto se remonta a los años de la Guerra Fría. Los proyectiles cinéticos fueron usados durante los conflictos armados en Corea y Vietnam, pero obviamente no se lanzaban desde el espacio. Cuando hablamos de una superarma orbital que utiliza proyectiles cinéticos se trata de un arma que se encuentra en un nivel totalmente nuevo. Dicha arma será mucho más potente que sus análogas usadas en el pasado. Estados Unidos pensó un sistema orbital de este tipo ya hace dos décadas. En 2003, la Fuerza Aérea de Estados Unidos publicó un informe en el que describió un sistema equipado con barras de tungsteno controlado por un satélite y capaces de realizar ataques contra cualquier parte del mundo.

Según la visión de la Fuerza Aérea, el proyectil tendría una energía cinética natural porque se movería en la órbita a una velocidad de ocho kilómetros por segundo y al momento del impacto tendría una velocidad de Mach 10. En otras palabras, tres kilómetros por segundo. Es decir, a medida que la barra entre en la atmósfera de la Tierra, iría perdiendo velocidad, pero la energía restante sería capaz de hacer un daño considerable. En caso de que el modelo propuesto en 2003 por la Fuerza Aérea cobrase vida, un proyectil cilíndrico de 6,1 metros de largo y con un diámetro de 0,3 metros que choca contra la superficie a la velocidad de Mach 10 produciría una energía cinética equivalente a 11,5 toneladas de TNT o 7,2 toneladas de dinamita.

¿Sustituto para las armas nucleares?
De acuerdo con el Tratado sobre el espacio ultraterrestre, EEUU no tiene el derecho de desplegar armas nucleares, biológicas o químicas en el espacio, pero la nueva superarma no estaría sujeta a estas restricciones.

Esta podría ser usada para realizar ataques más potentes que los de muchos tipos de armas químicas y, en algunos casos, nucleares, apuntó el autor de la nota en el portal Military Watch Magazine. Por ejemplo, en comparación con ataques nucleares, el bombardeo cinético permite evitar la precipitación radioactiva que toma lugar después de la explosión atómica. El desarrollo de una superarma no nuclear con base en el espacio provee a Estados Unidos con una ventaja masiva contra sus adversarios que siguen la política de no ser los primeros en utilizar sus arsenales nucleares, como por ejemplo China y Corea del Norte. Esto permite a EEUU atacar blancos con el mismo nivel de potencia que una ojiva nuclear sin llegar a una escalada que llevaría a una guerra nuclear, indica el artículo.

Sin embargo, aquí es importante subrayar que si un arma de este tipo fuese creada, los países que declaran que no serían los primeros en usar sus armas atómicas podrían modificar sus doctrinas nucleares, ya que una superarma orbital representaría una amenaza a su existencia comparable con la que proviene del arsenal nuclear de EEUU. Las inversiones en un arma con estas capacidades vendrían en el contexto del creciente interés de Washington en las armas estratégicas no nucleares, subraya el autor de la publicación. Según el artículo, EEUU ya ha invertido en el desarrollo del programa de misiles intercontinentales hipersónicos convencionales capaces de realizar un ataque contra cualquier parte del planeta creado para los submarinos y destructores furtivos de la Marina de guerra estadounidense.

Posibles blancos y asequibilidad
El Proyecto Thor, según Military Watch Magazine, estará compuesto de barras de tungsteno que no solo serán controlados por los satélites, sino también lanzados desde ellos. Estos proyectiles podrían ser usados contra los búnkeres reforzados e instalaciones nucleares subterráneas. Se prevé que las barras carezcan de ojivas, pero aun así serán aptas para causar un daño mayúsculo gracias a su enorme velocidad en el momento del impacto. Esta superarma puede convertirse en una alternativa a las armas antibúnker nucleares y convencionales como, por ejemplo, los GBU-57, agrega el autor de la nota.

"Corea del Norte y Rusia, dos países que despliegan sus activos militares considerables desde instalaciones bien fortalecidas, presuntamente serán los principales blancos posibles para estas armas, junto a Irán que ha recibido la ayuda norcoreana en el fortalecimiento de sus instalaciones de misiles y nucleares", enfatiza el autor del artículo en el portal. No obstante, prosigue, el coste del despliegue de estas barras que pesan más que 10.000 kilogramos cada una a causa de la densidad del tungsteno puede resultar inasequible. Incluso para Estados Unidos, si decide producir estos sistemas orbitales en masa. La nota de Military Watch Magazine asevera que cada una de las barras podría costar más de 230 millones de dólares, lo que es varias veces más que el coste de un arma antibúnker nuclear o convencional.

¿Carrera armamentística en el espacio?
El autor de la nota acertadamente destaca que el despliegue de esta superarma en el espacio por EEUU podría hacer que otras potencias mundiales busquen una manera de responder a las acciones de Washington. Como consecuencia, esos países podrían tratar de crear y desplegar sus propios sistemas de este tipo. Una situación como esta podría llevar a una carrera armamentística, pero esta vez más peligrosa porque el escenario sería el espacio. Para evitar la escalada en el espacio, los países tienen que buscar un consenso y lo ideal sería extender el Tratado sobre el espacio ultraterrestre para prohibir el despliegue de armas tipo Proyecto Thor en la órbita.

El autor del artículo, por su parte, concluye que el impacto psicológico del despliegue de estas armas que son capaces de llevar a cabo ataques desde una altura de decenas de miles de kilómetros puede hacer que el Proyecto Thor de por sí sea "una inversión que vale la pena". No cabe duda que Estados Unidos dispone de tecnologías necesarias para crear la superarma espacial: la pregunta es cuánto tiempo tardaría en realizar el Proyecto Thor. Aunque Washington es una potencia espacial, incluso para ella sería difícil crear este tipo de sistema orbital a corto plazo. Por ahora está haciendo los primeros pasos para volver a reclamar su espacio en el espacio. Actualmente lo que tenemos es una visión que puede tardar décadas en ser realizada. Además, el Pentágono tiene que entender qué está en juego: si osa proseguir con el proyecto, seguramente dará impulso a una nueva carrera armamentística y no hay garantías de que la gane.

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/

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