Llegan los dos primeros Pilatus PC-21 a la Academia General del Aire.


Ya están en la Academia General del Aire los dos primeros de 24 Pilatus PC-21 llamados a sustituir a parte de la flota de CASA C-101 y a revolucionar el sistema de formación del Ejército del Aire. Empieza la despedida de los «Culo pollo», los veteranos CASA C-101 de la Academia General del Aire. Poco antes de las 13:45 del 14 de septiembre aterrizaban en la base aérea de San Javier, sede de la Academia General del Ejército del Aire (AGA) los dos primeros Pilatus PC-21, casi un año más tarde de lo que se había programado originalmente. 
 
A los mandos de estos aviones venían dos pilotos del fabricante, acompañados por el general León Antonio Machés, subdirector de Programas de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del ministerio de Defensa y el capitán Marcos Delgado, uno de los ocho primeros instructores formados en el nuevo avión del Ejército del Aire. Los dos aviones partieron del aeródromo de Buochs, en Stans, donde está la factoría, a los pies del monte Pilatus; y tras una escala en Perpignan para repostar, volaron juntos hasta San Javier. Estos dos primeros aviones, junto a los otros 22 que irán llegando próximamente, serán ahora aceptados por el CLAEX en nombre del Ejército del Aire, una vez que ya se ha producido la aceptación en fábrica por parte de la DGAM. Una vez el CLAEX de el visto bueno y los aviones sean certificados en España se procederá a retirar las matrículas suizas de prueba y del vuelo de entrega y se destaparán los numerales de unidad y el distintivo del Ejército del Aire (el disco con los colores de la bandera), cubiertos en fábrica. 
 
DEL C-101 AL PC-21 
Los cadetes que comiencen su formación de vuelo básica en septiembre de 2022 en la Academia General del Aire serán los primeros que volarán el PC-21 en lugar del reactor CASA C-101. Hasta ese momento los ocho pilotos que han recibido su formación en la factoría de Pilatus en Suiza, se encargarán de formar a sus compañeros a lo largo del verano de 2022. 
 
Estos pilotos son cuatro que se han incorporado en los últimos años a la AGA procedentes de unidades de caza y ataque y cuatro con una amplia experiencia en formación en el AGA. Con ellos se ha activado, temporalmente el 742 Escuadrón con el fin de que sus actividades no interfieran, o se vean interferidas, por las labores formativas en los otros escuadrones de la Academia: el 791 Escuadrón de vuelo elemental con los CASA/ENAER T-27 Pillán; y el 793 Escuadrón de vuelo básico, con los CASA C-101. Pero pasar del reactor C-101 al turbohélice PC-21 no va a ser solo cambiar de un avión de instrucción a otro. Va suponer un cambio radical en la forma en que los cadetes reciban su formación de vuelo, según nos ha explicado el teniente coronel Ildefonso Martínez-Pardo, jefe del Grupo de Fuerzas Aéreas de la Academia General del Aire, y en su momento piloto de la Patrulla Águila. Según las explicaciones del teniente coronel, los aviones forman parte de un sistema completo de enseñanza y su puesta en servicio supondrá incluso cambios en la misma base. 
 
En las próximas semanas, una vez se vacíe, comenzará la demolición del actual edificio de fuerzas aérea y la construcción de uno nuevo, que se espera esté terminado para septiembre de 2022. ¿El motivo? Que en el existente es casi imposible, sin grandes obras, meter todo el cableado que precisan los nuevos dispositivos de enseñanza en tierra, incluidos los dos simuladores. En la plataforma ya se han instalado cinco toldos temporales para proteger a los PC-21 del sol y la lluvia murciana. De la humedad debida al adyacente mar Menor, se encargarán unos sistemas deshumidificadores en los 16 refugios definitivos, similares a los que el Ejército del Aire ya tiene en otras bases aéreas. Los 24 aviones adquiridos vienen acompañados, como ya se explicó en el momento de la compra por 40 puestos denominados CBT por sus siglas en inglés, y que sirven para que los alumnos tomen su primer contacto con el avión.
 
 
También dos CPT, para prácticas con los sistemas de la cabina. Y finalmente dos simuladores completos que además pueden conectarse en línea con otros simuladores y realizar misiones conjuntas; e incluso con los PC-21 en vuelo. Para el teniente coronel Martínez-Prado y para el capitán David González, uno de los ocho instructores del modelo en la AGA, y que antes de pasar a la misma voló cinco años el F/A-18; todo ello es un gran avance que permitirá además reducir el coste de la formación de los pilotos, ya que poco a poco se quiere pasar de que esta consista en un 80 por ciento de vuelos en aviones y un 20 por ciento en simuladores, a un 40 – 60, o incluso a un 50 – 50. 
 
Otro aspecto que destacó es que con los simuladores del PC-21 podrán efectuar todo tipo de vuelos, mientras que los simuladores que tienen actualmente sirven poco más que para practicar emergencias y el vuelo IFR. Los sistemas de a bordo además permiten cargar mediante un cartucho, la misión previamente preparada en tierra, tras el vuelo, descargar los datos para su análisis posterior. La misma operativa que encontrará en las unidades operativas. En el caso de los equipos de análisis posterior al vuelo, estos pueden mostrar el “mundo exterior” de los aviones mediante la misma simbología que se usa en los HUD, la información presentada en todo momento en las pantallas de ambos cockpits, las comunicaciones por radio y entre los dos pilotos del avión, y por generación digital, una imagen en 3D de hasta cuatro aviones en vuelo. 
 
Un último equipo adquirido es un simulador de salida del avión. En el mismo los pilotos pueden practicar como salir del avión en caso de una emergencia, y los equipos de tierra como sacar a un piloto del avión si está inconsciente o no puede moveré. Un último uso de este simulador es para que los equipos de mantenimiento puedan practicar como se desmontan y se montan los asientos. Sobre la formación que los alumnos recibirán en el PC-21, el teniente coronel nos señaló que el objetivo con el nuevo sistema es, como decimos, abaratar la formación de los futuros pilotos del Ejército del Aire, pero no solo en la AGA. A la vista de los resultados obtenidos por otras fuerzas aéreas que utilizan ya el PC-21, los alumnos necesitarán menos horas de vuelo para formarse en sus aeronaves de destino. 
 
Los primeros cuatro de los ocho pilotos que se han formado en Suiza. 
Los primeros cuatro de los ocho pilotos que se han formado en Suiza.
 
La similitud de la cabina del PC-21 con la de aeronaves como el Eurofighter, el A400M o el NH90 hace que el alumno precise muchas menos horas para pasar del C-101 con su cabina analógica de “relojes” a las digitales, con sus pantallas táctiles de la última generación de aeronaves. Aunque desde Pilatus se afirma que el PC-21 puede usarse desde la formación elemental hasta las primeras fases de la formación específica de caza, lo cierto es que algunas fuerzas aéreas no parecen compartir este optimismo. 
 
Para algunas el PC-21 es demasiado avión para que un alumno haga sus primeros vuelos, por mucho uso de simuladores que se haya hecho con anterioridad. Para otras, las capacidades de un turbohélice pueden ser similares a las de un caza, pero aun así están lejos de ellos: no pueden sobrepasar la barrera del sonido ni pueden, por ejemplo, mantener un viraje a altas “g” de la misma forma que un reactor de combate. En países como Francia, el PC-21 es volado por los alumnos en toda la gama que señalan desde Pilatus, habiendo sustituido a aviones de hélice y a reactores. Otros países lo emplean para determinadas fases de la formación.
 
El general Guerrero, jefe de la División de Planes del Ejército del Aire, saluda al capitán Deñgado. 
El general Guerrero, jefe de la División de Planes del Ejército del Aire, saluda al capitán Deñgado.
 
 
En España, el Ejército del Aire tiene en estudio que el PC-21 pueda ser también el sustituto del CASA/ENAER T-27 Pillan, mientras que para la fase final de vuelo en la academia, y para sustituir a los CASA/Northrop F-5 de la Escuela de Caza y Ataque (Ala 23) se está analizando la oferta de Airbus para diseñar y construir un nuevo entrenador a reacción. La idea final es tratar que sean dos los aviones que los alumnos destinados a los aviones de combate vuelen antes de llegar a las unidades de conversión operativa del Eurofighter y F/A-18. También se puede destacar que en los planes de formación que se están elaborando para el PC-21, está el abandonar el actual sistema de ir avanzando por hitos, y en su lugar adoptar un sistema de evaluación continua. Este permitirá que cada alumno avance a su ritmo. Unos podrán completar su formación en menos vuelos de los programados, otros en más, sin que ello afecte al resto de la promoción. 
 
Según el capitán González, hay alumnos cuya formación comienza lenta en cuanto a aprendizaje de vuelo, y luego “despegan”, y otros que comienzan con un “despegue fuerte” pero después tienen un menor ritmo. Con el nuevo sistema se logrará que todos los tipos de alumnos completen su formación de la forma más adecuada. pero antes de que los alumnos comiencen su formación en el PC-21 deberán hacerlo sus instructores. Los ocho pilotos que se han formado en Suiza con Pilatus (han realizado el curso en tierra y completado 19 vuelos en el avión cada uno), ahora comenzarán el plan de conversión para los instructores de C-101 que se prolongará hasta poco antes del inicio de las clases del curso 2022-2023 en septiembre de 2022. Para ello incluso seguirán los cursos durante el verano de 2022. Y lo mismo puede aplicarse al personal de mantenimiento. En este caso está prevista la incorporación de nuevo personal, más joven y más acostumbrado a los equipos electrónicos e informáticos del avión. 
 
Fuente: https://fly-news.es/
 
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