El Ejército está identificando con escáner de iris a los soldados iraquíes para evitar terroristas infiltrados.

Instructores españoles toman las huellas dactilares a un soldado iraquí (Ministerio de Defensa).
Instructores españoles toman las huellas dactilares a un soldado iraquí

El Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra está formando en Bagdad a reclutas que formen el nuevo ejército de Iraq, diezmado después de numerosas deserciones por la ofensiva yihadista del Estado Islámico. Los cursos se paralizaron en junio con motivo del mes del Ramadán, que impedía compatibilizar el ayuno durante todas las horas de luz solar con la intensa actividad física que requiere este entrenamiento. Según ha podido saber El Confidencial Digital, la formación de los soldados iraquíes se ha reanudado con el fin del Ramadán, y las tropas extranjeras como las de España han empezado a utilizar un nuevo sistema para tratar de dificultar la infiltración de terroristas yihadistas que se hacen pasar por reclutas. 

Escáner de ojos y rostro y huellas dactilares 
Desde hace unas semanas, el Ejército español está identificando a todos los alumnos que acuden a estos cursos para formar militares iraquíes a través del “enrollment” (enrolamiento, en castellano), que consiste en la comprobación de los datos biométricos de los soldados iraquíes. La herramienta que está empleando la coalición internacional, incluidos los militares españoles, es el Secure Electronic Enrollment Kit. Este dispositivo biométrico móvil escanea el iris de los ojos y el rostro; también sirve para tomar las huellas dactilares. 

Este sistema se conecta de forma inalámbrica con una base de datos para comprobar, en primer lugar, que cada soldado iraquí es quien dice ser y para identificar sin ningún género de dudas a cada uno. En segundo lugar, se busca comprobar que los reclutas no hayan estado implicados en ningún incidente ni hayan tenido relación con el yihadismo. La idea es impedir que se cuelen terroristas islamistas cuyo objetivo real es infiltrarse en el ejército iraquí como soldados y, en un momento dado, agredir a sus compañeros o a los militares extranjeros que los están instruyendo o pase información sensible al Estado Islámico que pueda servir para atacar a las fuerzas que combaten a los terroristas. 

Preocupación entre las tropas aliadas
La infiltración de yihadistas entre los iraquíes a los que están formando como militares se ha convertido en una preocupación para los ejércitos de la coalición que combate al Estado Islámico en Iraq, y también concretamente a los mandos del Ejército español. ECD ya contó que Estados Unidos había advertido a sus aliados de que los terroristas tienen planes para atentar contra sus tropas utilizando a estos falsos reclutas. 

Por ello, el Batallón de Policía Militar ha empezado a entrenarse y a hacer ejercicios precisamente con el objetivo de estar preparado para detectar insurgentes infiltrados entre las fuerzas de seguridad locales a las que están formando en distintos países como Iraq, Malí, Somalia y Afganistán. (Jesús.R.G.)


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