Actualmente, el proceso se basa en los principios fundamentales de:
Satisfacción al soldado, en el sentido que se atiende mejor a sus necesidades, para lo que se le ha cedido la gestión de su propio equipo y, Ahorro económico de recursos, mediante la adaptación del suministro a las necesidades reales. El resultado, tras una larga experiencia, permite concluir que se ha conseguido una mejora importante en el equipamiento del soldado, es que el coste ha disminuido en términos económicos en el 20%, sumado a otros ahorros considerables en la gestión por parte del Ejército. Con este sistema, el usuario final, el soldado, en el momento de su incorporación a filas, y posteriormente, cuando lo hace a su destino, recibe una asignación monetaria “en forma de un número de puntos”, que emplea para hacer peticiones por Internet de las prendas que considera necesario para estar siempre perfectamente equipado.
El Ejército de Tierra con este procedimiento, que se actualiza de forma permanente, y gestionado totalmente por una agrupación temporal de empresas civiles, obtiene grandes ventajas en cuanto a espacio, presupuesto y personal logístico. Pero el soldado aún más, al adaptar permanentemente su equipo a las necesidades de su puesto de trabajo y al consumo real de prendas, que obviamente varía de una persona a otra. La continuidad de este sistema la validó el Consejo de Ministros al autorizar, el día 4 de diciembre, la celebración del contrato plurianual de fabricación y distribución, mediante el sistema personalizado vía internet, pedidos extraordinarios, o bien el sistema tradicional, de artículos correspondientes al equipo básico, equipo de combate y uniformidad de trabajo. El valor máximo estimado es de 173.553.719 euros distribuidos en tres anualidades entre 2017, 2018, 2019, y dos eventuales prórrogas entre 2020 y 2021.
Este procedimiento con ligeras variantes puede satisfacer las necesidades de cualquier otro gran colectivo y las ventajas sería considerables para las empresas que lo usaran ya que; reduce en más de un 70 % el personal y la superficie de almacenaje destinada a los equipos de vestuario; permite disponer de un stock de urgencia actualizado y con un coste mínimo gestionado o no por el suministrador; no ocuparse de la distribución, que realiza el suministrador integra y directamente al usuario final en su lugar de trabajo; los cambios por error o por otro motivos son realizados de la misma forma; y porque la institución o empresa mantiene en todo momento el control del sistema tanto del planeamiento como de la ejecución. La Consultoría del Grupo Atenea, que fue la diseñadora de este sistema, está en condiciones a apoyar a las empresas que necesiten implantarlo en sus colectivos de trabajadores. (Jesús.R.G.)
Fuente: http://www.homsec.es/
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