La obra del tercer BAM obliga a Navantia a competir con otros astilleros.


Navantia tendrá que competir con otros astilleros e incluso con empresas del sector naval en la puja por el nuevo contrato que acaba de anunciar el Ministerio de Defensa y que consiste en la construcción de un tercer Buque de Acción Marítima (BAM). La Armada española ha presentado su plan de necesidades de futuro a corto plazo y entre ellas destaca la puesta en servicio de un buque logístico de apoyo a submarinos. Se trata del BAM de Intervención Subacuática (BAM-IS) cuyos cometidos, entre otros, será actuar como buque de salvamento y apoyo al rescate de submarinos. 

Esta unidad debe estar operativa en el horizonte de 2022, justo cuando se incorpore a la flota el primer submarino S-80. Se trata del tercer BAM de la segunda fase y es completamente distinto a los cuatro de la primera serie, que ya están en servicio, y a los dos de la segunda hornada, que se construyen en San Fernando y Ferrol. De hecho, los seis primeros BAM son patrulleros y el que acaba de salir a licitación es logístico. Hasta ahora los encargos de construcción naval que manaban del Ministerio de Defensa tenían como destinatario los astilleros públicos españoles, sin embargo, la reforma de la Ley de Contratos con el Sector Público, aprobada a primeros del pasado octubre en el Congreso, traspone al ordenamiento jurídico español las directivas europeas sobre contratación del sector público. Además, el nuevo ordenamiento responde a la necesidad interna de dotar de mayor transparencia al sector y de incrementar los controles sobre la corrupción, sobre la morosidad ya que revisará los contratos y garantizará la libre concurrencia. La ley entrará en vigor el próximo enero. Cabe recordar que los cuatro BAM de la primera fase se construyeron en el astillero de San Fernando, donde también se construye ahora otro, el 'Audaz', de la segunda fase. 

Ante esta situación, el comité de empresa del astillero isleño ha mostrado su malestar y preocupación con los cambios en el sistema de contratación y destaca que el Gobierno ya no puede garantizar la carga de trabajo en los astilleros en materia de construcción militar para nuestra Armada. En ese sentido, los sindicatos señalan que existe una gran contradicción tanto en el discurso político del PP como en el de la propia Navantia que, hasta hora, destacaban como la actividad militar nacional era esencial para el mantenimiento de los astilleros públicos. Los responsables sindicales del astillero isleño denuncian que a la factoría le quedan solo dos meses de carga de trabajo. En estos momentos, solo el 20% de su plantilla se encuentra ocupada. Según el comité de empresa, a finales de enero del próximo año el paro alcanzará el 100%, al tiempo que advierte de la incertidumbre que pesa sobre el contrato de las cinco corbetas de Arabia saudí que, tras más de un año de negociaciones, aún no se ha firmado. (Jesús.R.G.)


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