Nuevas tecnologías, innovación y Defensa en Asuntos Exteriores.

Tras el cambio de Gobierno, Pedro Sánchez ha dejado la Defensa en manos de Margarita Robles. Una noticia que ha introducido incertidumbre en la industria de defensa, muy pendiente de los acuerdos alcanzados con el anterior ejecutivo y que tiene comprometidas inversiones importantes recogidas en los Presupuestos Generales del Estado. En estos momentos, uno de los puntos que queda en el aire es el nuevo ciclo inversor del Ministerio de Defensa y que podría suponer una inversión de 10.800 millones de euros para la renovación de las capacidades de las Fuerzas Armadas españolas. El plan de adquisiciones anunciado por Cospedal recogía, hasta la fecha, al menos siete programas considerados prioritarios por parte del ejército español.

• El Vehículo de Combate sobre Ruedas 8x8,
• El buque de escolta oceánico F-110
• El nuevo avión de entrenamiento
• El sistema de mando y control
• Los aviones de reabastecimiento en vuelo (MRTT)
• La segunda fase del helicóptero multipropósito NH-90
• La modernización del helicóptero de transporte CH-47 Chinook.

Estos programas quieren ser la avanzadilla del nuevo ciclo inversor de las Fuerzas Armadas para los próximos 15 años que viene a continuar el que se puso en marcha en la década de los noventa y que incluyó, entre otros sistemas de armas, los aviones EF-2000 y A400M, los carros de combate Leopardo, los vehículos Pizarro o las fragatas F-100 y submarinos S-80. ¿Se invierte mucho en defensa en España? En 2014 España era el tercer país que menos invertía en defensa de la OTAN en relación con su PIB. La situación actual es que España es el penúltimo país de la OTAN. Es decir que hemos descendido un puesto. Ese país es Luxemburgo. Ser el penúltimo país en inversión de toda la OTAN. Nos encuadra en que no se invierte lo suficiente en defensa.
 
Nuevas tecnologías y Defensa
Más allá de la discusión política sobre los presupuestos para defensa y los planes inversores o los programas especiales de armamento (PEAS), es importante destacar que este tipo de inversiones suponen un capital importante como estado en materia de I+D+i. Prueba de ello es que el Ejército de Tierra se ha marcado como meta para 2035 la incorporación de "robótica e inteligencia artificial" a sus unidades de combate.
 

Y es que la inversión en nuevas tecnologías e innovación en materia militar ha sido tradicionalmente una punta de lanza del patrimonio innovador e investigador de un país. De la industria militar y sus investigaciones han salido innovaciones tan importantes como los ultrasonidos que hoy nos permiten hacer ecografías o limpiezas bucales, los drones que hoy toman imágenes fantásticas, han sido utilizados y desarrollados durante años por los diferentes ejércitos. Qué decir del GPS, o del propio internet. Inventos que sin el impulso de la investigación y el desarrollo del ejército no hubieran permitido hacerle la vida más fácil a la gente. (Jesús.R.G.)

Fuente: https://tv.libertaddigital.com/

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