El Ministerio de Defensa, a través de la Dirección General de
Armamento y Material (DGAM), ha convocado un proceso de selección de proyectos de I+D “de interés para la Defensa”
y susceptibles de ser incluidos en el Programa de Cooperación en
Investigación Científica y Desarrollo en Tecnologías Estratégicas
(Programa Coincidente), una iniciativa que busca aprovecharse de las
tecnologías del ámbito civil para aplicarlas al militar. Las propuestas son presentadas por Universidades, centros de
investigación y personas físicas o jurídicas (el 80% en estos casos es
financiado por el Ministerio de Defensa); pequeñas y medianas empresas
(con 60% de aportaciones del Ministerio); y grandes empresas (30%). Básicamente el Ministerio de Defensa está interesado en desarrollar
ocho tecnologías o capacidades militares, que a buen seguro marcarán la
Defensa en la primera mitad del siglo XXI.
1. Armas de energía dirigida mediante láser de alta potencia.
También denominadas “cañón láser”, muy útiles para derribar aviones no
tripulados que se detecten. “El objetivo de esta temática es aprovechar
los últimos avances en tecnologías láser desarrolladas en el ámbito
civil para promover el desarrollo de armas de energía dirigida mediante láser de alta potencia para su futuro empleo en aplicaciones
militares, tales como la neutralización de RPAS”, indica el documento
del Ministerio. (Límite máximo para cada proyecto es de 450.000 euros).
El prototipo de sistema de armas láser que opera en la Armada estadounidense
2. Tecnologías aplicables al guiado de municiones. “Se prevé que esta tendencia se vaya haciendo más patente en el futuro de manera que es previsible que el uso de munición convencional no guiada esté cada vez más restringido”. (Límite para cada proyecto de 500.000 euros).
3. Robótica aplicada a misiones militares. Defensa quiere “reclutar” nuevos drones pero no aéreos. El objetivo es que esta línea de desarrolle tecnológico eleve las prestaciones de lo “no tripulado” a sistemas remotamente tripulados terrestres (UGV) y navales de superficie (USV) o submarinos (UUV). (400.000 euros para cada proyecto).
El prototipo SHARK, de la empresa Bluefin Robotics, un proyecto de submarino (UUV) no tripulado estadounidense
4. Detección y neutralización de IED (artefactos explosivos improvisados) en entornos terrestres y navales.
Los IED son una de las principales amenazas a las que se enfrentan las
Fuerzas Armadas cuando se encuentra de misión. Afganistán reveló esta
realidad con toda su crudeza. Por eso desde la DGAM del Ministerio de
Defensa se busca una tecnología que pueda detectarlos con mayor
solvencia.
Además advierte sobre los IED marítimos:”En los últimos años ha venido incrementándose el riesgo asociado a la aparición de los denominados WBIED (Water Borne Improvised Explosive Device), es decir, vehículos marinos de superficie, ya sean tripulados a bordo, remotamente tripulados o autónomos, que contienen cargas explosivas y que se dirigen contra buques de superficie, con frecuencia en zonas portuarias o angostas”. (400.000 euros para cada proyecto).
5. Tecnologías para la mejora de los sistemas de protección pasiva del combatiente y de las plataformas militares.
Protección frente a impactos balísticos o explosiones. “Se valorará
positivamente aquellas propuestas que aborden la integración del
material desarrollado en los sistemas de protección pasiva del
combatiente (chalecos, cascos, etc.) o en blindajes de plataformas de
uso militar existentes”, indica el citado documento. (450.000 para cada
proyecto).
6. Alerta y protección frente a amenazas NRBQ (Nuclear, Radiológico, Biológicas y Químicas) aplicadas a misiones militares.
Trajes de nueva generación, detectores a distancia de aerosoles
biológicos para la protección de infraestructuras. (400.000 euros para
cada proyecto).
7. Sistemas inteligentes de análisis y explotación de información aplicado a la resolución de problemas militares.
¡La gestión del Big Data! “El objetivo de esta temática es aplicar los
últimos avances en tecnologías de inteligencia artificial, análisis de
información y representaciones visuales avanzadas a problemas militares
específicos, con el objetivo de obtener demostradores tecnológicos de
ayuda a la toma de decisión en el ámbito militar, que hagan uso de
datos provenientes de fuentes heterogéneas (sensores, bases de datos
estructuradas y no estructuradas, documentos de texto, imágenes, audios,
fuentes abiertas…) y que proporcionen capacidades de predicción o de
deducción de información relevante no explícita en la base de
conocimiento”. (400.000 euros por proyecto).
8. Soluciones innovadoras en ciberdefensa. Se trata
de uno de los principales asuntos en los que se mueven ahora las Fuerzas
Armadas y la Defensa de todos los países. El campo de combate “ciber”
está en auge: detección, protección, recuperación y resiliencia frente a
un ataque para mejorar las capacidades de las unidades operativas de
las Fuerzas Armadas. (400.000 euros). (Jesús.R.G.)
Un militar desplegado en el nuevo centro de «ciberdefensa» de la OTAN en Mons (Bélgica), imagen de 2013
Fuente: http://abcblogs.abc.e
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