En el terreno doméstico, Navantia aguarda con
expectativa que antes de que finalice el año el Gobierno central ponga
la fecha para la firma del acta de ejecución de las futuras fragatas
para la Armada española, la F-110. Es una de las joyas de la corona de
la cartera de pedidos sobre la que descansa el plan industrial diseñado
para los astilleros públicos para los próximos cuatro años. Sin embargo,
con la mirada puesta en el exterior, Canadá es uno de los países que, a
corto plazo, resolverá un importante concurso en el que participan los
astilleros españoles.
¿En qué fase se encuentra la licitación y con quién compite Navantia?
La
empresa que preside Susana de Sarriá se encuentra en la lista corta del
concurso abierto por la Marina de Canadá para la construcción, en el
país, de quince fragatas para su Armada. Concurre en alianza con Saab
Australia y CEA Technologies, y se enfrenta a BAE Systems que lidera un
consorcio junto a Lockheed Martin Canadá y a otros grupo encabezado por
Alion Canadá. Los licitantes presentaron a principios de agosto sus
respectivas propuestas técnicas y económicas a la Defensa del país. Sea
cual sea la oferta ganadora, los barcos se construirán en el astillero
de Irving Shipbuilding Industries. Los medios especializados del país
sostienen que, la competición real se dirime entre Navantia y la
británica BAE Systems.
¿Cuáles son las previsiones de resolución?
Si
se cumplen las previsiones que se manejan, el Gobierno canadiense
anunciará el grupo seleccionado a finales de este mismo año, es decir,
en menos de tres meses y a partir de entonces comenzarán las
negociaciones para la firma del contrato.
¿De resultar vencedora, de qué se ocuparía Navantia?
Sería la suministradora del diseño -basado en la F-105, la fragata más moderna de la Armada española-, y se ocuparía de la transferencia tecnológica y la asistencia técnica, como en otros concursos similares. El más reciente ganado con este tipo de licitación, el del megabuque diseñado para la Armada de Turquía.
¿Cuál es el posicionamiento actual?
Se
repite el duelo entre las firmas española y británica, cuando aún
escuece la herida de la pérdida del contrato para la construcción de
nueve fragatas para la Armada de Australia, que le arrebató BAE Systems.
A mediados de agosto volvieron a dispararse las alarmas en el concurso
canadiense, cuando el Gobierno abrió un nuevo plazo para que los
contendientes se ajustasen a los requisitos del concurso, si en algún
caso no se ceñían a ellos. Medios locales manifestaron entonces sus
temores a que ello respondiese a una maniobra orquestada por Irving
Shipbuilding Industries para beneficiar a la compañía BAE Systems, con
la que había colaborado en otras ocasiones anteriores.
¿Puede volver a influir el Brexit en este concurso?
Los
lazos históricos entre Reino Unido y Canadá y el proceso de Brexit del
primero planean -como ya sucedió en Australia- sobre el concurso, en el
que, una vez más, los expertos del país inciden en la fortaleza técnica
de la propuesta de Navantia. (Jesús.R.G.)
Fuente: https://www.lavozdegalicia.es/
Es lamentable que no se haya construido la sexta F-100 y que las cuatro primeras no se modernicen al tipo F-105, por no hablar de las carencias en armamento, como la anulación de los Tomahawk por Zapatero. Nuestra Armada sigue bajando puestos, cualquier país sin tradición marinera nos está superando ampliamente. Este mismo proyecto de Canadá es para construir 15 buques. El de Australia era para 9, además de que tienen dos buques basados en el Juan Carlos I y el país que lo construye solo tiene uno. Por no hablar de Corea del Sur o Japón. Estamos quedando al nivel de un país pequeño como los Países Bajos.
ResponderEliminar¿No se puede comentar?
ResponderEliminar