La industria militar española, débil ante la emergente Defensa única europea.

El 'think tank' español Instituto Coordenadas ha elaborado el primer 'Informe Coraza' sobre la situación de la industria militar española, que pone de manifiesto su potencial en algunos ámbitos. Pero sobre todo pone el foco en el escaso tamaño de las empresas de este sector, que representa el 11% del PIB industrial español, y que queda de manifiesto si se tiene en cuenta que no hay ninguna firma nacional entre las 25 mayores compañías de defensa europeas. Todo ello cuando la UE debate, por primera vez, crear un fondo de 13.000 millones en el presupuesto comunitario 2021-2027 para proyectos de nuevos desarrollos de aviones no tripulados (drones) o 'software' encriptado en los que participen firmas de al menos tres países. "Es una industria que en España está enormemente fragmentada, con multitud de medianas empresas muy especializadas o con monoproducto. 

Hay referencias indiscutibles en las distintas plataformas navales, terrestres y aeronáuticas, con Navantia, General Dynamics-Santa Bárbara y Airbus como protagonistas. Pero el futuro de la industria no radica en fabricar cascos de navíos, carrocerías de vehículos de combate o fuselajes de aviones, sino en llenar esos caparazones de sistemas de armas, telecomunicaciones, electrónica y 'software' de altísima sofisticación para generar estructuras básicas de la defensa del futuro. Y ahí es donde la fragmentación industrial debilita al conjunto del sector". Es el diagnóstico de Coordenadas. La Comisión Europea ya ha hecho sus pinitos en estos proyectos de Defensa paneuropeos, destinados a reducir la dependencia de la tecnología de EEUU y ganar en soberanía tecnológica. Entre 2017 y 2019, se han destinado 90 millones a iniciativas piloto. 

Y para 2019-2020 se quiere llegar a 500 millones para nuevos desarrollos. España tiene capacidades bien desarrolladas en navegación aérea, plataformas de entrenamiento y de simulación. Pero en otras áreas clave, como ciberdefensa o sistemas de mando y control, el 'know how' español es medio o bajo. "Una situación un poco preocupante, pues resulta evidente que aproximadamente la mitad de las capacidades críticas de nuestra defensa dependen de suministros procedentes de empresas con centros de decisión que están fuera de España", resume el documento del Instituto Coordenadas. Este ente está presidido por el presidente de la fundación de la patronal madrileña (Fundación CEIM), Germán López Madrid. Sus dos vicepresidentes son Valeriano Gómez, exministro socialista de Empleo, y Jesús Sánchez Lambás, abogado e investigador ligado tanto al instituto como a la Fundación Ortega y Gasset, entre otros cometidos.

Ocho de cada 10 euros, exportaciones
Lambás, precisamente al hilo de este informe, señala: "El futuro de nuestra seguridad y de nuestra soberanía está en juego. Es imprescindible poner en valor la industria de defensa. Dotarla de un apoyo institucional rotundo, con un impulso decidido a sus capacidades, con planes de crecimiento y desarrollo a largo plazo. En definitiva, dar sentido al adjetivo de estrategia que siempre se le adjudica y que muchas veces no hace referencia a un contenido concreto". 

En definitiva, sin una industria militar fuerte, España no podrá ejercer ninguna capacidad para participar en el diseño futuro de la Defensa de Europa, concluye el 'Informe Coraza'. La industria española de este sector mueve actualmente un volumen de negocio superior a los 5.370 millones de euros, con un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años, 7% en 2017, y con una especial resistencia a los efectos de la crisis económica iniciada en 2008. El 80% del negocio procede de la exportación, lo que muestra su alto nivel de competitividad en el intercambio global de defensa; emplea a casi 23.000 trabajadores directos, un 40% de ellos titulados universitarios. (Jesús.R.G.)


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