Combate aéreo sobre Canarias: los cazas más potentes de la OTAN se ponen a prueba.


La misión transcurría sin novedad. Volaban sobre el océano a 19.000 pies y 195 nudos, pura rutina, pero aun así la tensión en la cabina del veterano transporte C-130 Hércules iba en aumento. En la bodega, los enormes "pallets" con cargamento humanitario ocupaban casi todo el espacio, desde la misma rampa hasta la parte delantera, donde un equipo de personal sanitario se apretujaba en el reducido espacio disponible. La radio empezó a hablar: "MAGIC para AME3103. Hostiles a 170 millas en rumbo 318". Era el avión AWACS de vigilancia avisando de que sus peores temores se confirmaban. La carga, lo sabían, debía llegar como fuese pero iban a por ellos, no se lo iban a poner fácil. 

Dos minutos después varias estelas se vieron a unos 25.000 pies más arriba. Su escolta, seis Eurofighter, se dirigía al combate a gran velocidad. Lo que acaba de leer podría corresponder a una situación real, pero se trata en realidad de una misión simulada, una más de las muchas que se han estado realizando estos días en Canarias con motivo del Ejercicio Ocean Sky 19, que se inició el día 19 de octubre para finalizar el día 30. Se trata de uno de los ejercicios más importantes de los que anualmente realiza el Ejército del Aire español. Ha tenido lugar en la Base de Gando (Gran Canaria) y, en esta ocasión, incluyó una importante participación extranjera. Las cifras: tres países participantes, más de 700 militares implicados, 70 aviones (50 de ellos de combate) y helicópteros, 24 misiones de vuelo y más de 500 salidas contabilizadas. 

Un ejercicio ambicioso y exigente
Ocean Sky es un ejercicio que se desarrolla de forma periódica, cuyos precedentes son los ejercicios DACT (Dissimilar Air Combat Training) realizados en años anteriores. Una evolución del DACT que incorpora más presencia internacional y, sobre todo, mayor número de aeronaves, realizando misiones típicas DACT y MFFO (Mixed Fighter Force Operations). El objetivo de ambos es el adiestramiento en el combate aéreo, entre aviones diferentes los primeros y entre formaciones mixtas los segundos. "La complejidad de organizar un ejercicio de esta magnitud es enorme y se lleva trabajando en él desde marzo". Esto lo explica el teniente coronel Fernández de Bobadilla, jefe de la Sección de Adiestramiento y Evaluación del MACOM (Mando Aéreo de Combate), un hombre al que en estos días le faltan horas para llegar a todo. 

"El objetivo —continúa— es adiestrar a las unidades del Ejército del Aire en la defensa del espacio aéreo nacional, el control y la superioridad aérea". Son las misiones típicas de los aviones de combate aéreo, los 'cazas'. Además, hay otros objetivos que se enmarcan dentro de los anteriores, como son el adiestramiento en el reaprovisionamiento en vuelo y la interoperabilidad con aviones de países aliados, en este caso de Estados Unidos y Turquía, países que participan en el Ocean Sky. Con estas misiones se consigue un adiestramiento muy completo. Por un lado el combate disimilar, en el que se enfrentan aviones diferentes, obliga a cada piloto a sacar lo mejor de su propio avión a la vez que debe evaluar y localizar los puntos débiles de su adversario. 

En las misiones de formaciones mixtas se pone a prueba la manera de organizar y dirigir estas formaciones, asignando a cada tipo de avión el papel para el que es más idóneo, a la vez que el líder de la formación debe en cada momento ir controlando lo que hacen unos aviones que pueden ser muy distintos. Si a esto le añadimos el adiestramiento con elementos de otras naciones es fácil entender que todo se complica y que, por ejemplo, liderar una formación donde hay aviones distintos de países diferentes no es nada sencillo. Por último, ejercitarse en reaprovisionamientos en vuelo es fundamental. Hay que recordar que en situaciones reales, por ejemplo en la Guerra del Golfo, varias misiones fracasaron por fallos en el reaprovisionamiento en vuelo. Un piloto mal adiestrado puede impedir que un avión reciba combustible, lo que le obligará a retirarse debilitando la fuerza.

La élite de la caza se cita en Gando
Eurofighter del Ala 14 en vuelo. (Foto: Juanjo Fernández)

Para este Ocean Sky 19 se han dado cita aviones de todas las unidades de combate del Ejército del Aire español, con aviones del Ala 11, Eurofighter con base en Morón, del Ala 12 con EF-18M basados en Torrejón, Ala 14 con Eurofighter basados en Albacete, Ala 15 con EF-18M basados en Zaragoza y Ala 46 con F/A-18 basados en Gando, unidad anfitriona de los ejercicios. A estos aviones de combate hay que añadir el Falcon 20 del Grupo 47 (Base de Torrejón), un avión dedicado a tareas de guerra electrónica cuya importante misión es, literalmente, complicarle la vida a los aviones participantes simulando ser 'del enemigo' y perturbando sus comunicaciones. 

F-15C norteamericano. (J. F.)

También participa el Ala 31 con aviones cisterna C-130 Hércules (TK) y Airbus A-400M y el 802 Escuadrón con base en Gando que aporta helicópteros AS.332 Super Puma y un avión CN-235 VIGMA de vigilancia marítima para las misiones SAR (búsqueda y rescate), vitales en caso de que se produjera algún accidente. Todos los aviones se han basado en Gando, que se encontraba al límite de su capacidad, excepto el Falcon 20 y el A-400 que desplegaron en la Base de Lanzarote. Por parte extranjera es notoria la importante participación de la Fuerza Aérea Norteamericana en Europa (USAFE), tanto en el aspecto numérico como en el cualitativo, al desplegar 12 aviones F-15C del 493 Fighter Squadron ''The Grim Reapers' con base en Lakenheath, Inglaterra. 

Foto: Juanjo Fernández

Se trata de una unidad especializada en combate aéreo, por lo que su participación ha sido muy relevante. También hay que contar con la participación turca, menos numerosa pues se ha reducido a tres aviones F-16C/D del 151 Squadron, basados en Merzifon, Turquía. Por último, no menos importante, participa un avión de Alerta Temprana AWACS E-3 de la OTAN, entre cuyo personal también hay españoles del Ejército del Aire. El ejercicio, siendo de defensa aérea, lo lidera el Mando Aéreo de Combate y por tanto su máximo responsable que es el teniente general César Simón López, jefe del MACOM. El general Simón, en la plataforma de Gando y al pie de uno de los Eurofighter, comenta la importancia de estos ejercicios "al haber reunido un número considerable de aviones de todas nuestras unidades de combate".

Sobre la presencia extranjera destaca la participación norteamericana: "es muy importante la participación de la USAFE con 12 F-15, no solo por ser unos aviones muy capaces en el combate aéreo, sino porque su escuadrón se dedica exclusivamente a tareas de combate aéreo, su experiencia es muy grande, sus tácticas muy depuradas y todo ello nos va a aportar un incremento en nuestro nivel de capacidades". Respecto al hecho de que estos ejercicios se realicen en Canarias responde a varias razones. Estas islas representan el flanco sur de la OTAN y tienen un entorno ideal con buena meteorología y un espacio enorme sobre el mar donde no hay limitaciones de altura y se puede volar en supersónico sin restricciones.

El TG Simón, Jefe del MACOM y máximo responsable del ejercicio. (J. F.)
El TG Simón, Jefe del MACOM y máximo responsable del ejercicio

En concreto, los ejercicios se realizan en un gran espacio al sur del archipiélago, a tan solo 74 km de Gando y que cuenta con una extensión de 370 km de ancho por 300 de largo. En esto también incide el general Simón, a la vez que resalta la "magnífica colaboración que hay con los controladores civiles del aeropuerto, que deben coordinar los tráficos habituales de pasajeros con este incremento de vuelos militares. Realmente hacen un buen trabajo". Por su parte, el coronel Sonny LeMasters, jefe del contingente norteamericano, explica que "para nosotros ha supuesto un gran esfuerzo desplazar 12 aviones y 219 personas a Gando, pero es un orgullo trabajar junto a nuestros aliados de la OTAN y colaborar con España, que lidera este ejercicio".

Misiones complejas y combates "a cara de perro"
Se han realizado misiones de todo tipo, entre ellas enfrentamientos de grupos numerosos de aviones, reuniendo hasta 15 o 20 aeronaves en combate. Es en este tipo de enfrentamientos donde los pilotos ponen en práctica todo su adiestramiento, se prueban nuevas tácticas y se sacan conclusiones. Esto último es una parte muy importante del trabajo, que no termina al bajarse del avión, ya que se realiza posteriormente al vuelo un "debriefing" donde se analiza lo ocurrido. Para ello todos los aviones llevan lo que se denomina 'grabadores de misión', que recogen en cada instante su posición, parámetros de vuelo, disparos simulados de misil, etc. Y con toda esta información se reproduce el combate, se analizan las actuaciones de cada uno y se extraen valiosas conclusiones. 

Teniente Núñez y capitán Alcalá, pilotos del Ala 15. (Foto: Juanjo Fernández)

Los aviones con mejores capacidades fueron sin duda los Eurofighter españoles y los F-15C norteamericanos, con superioridad por parte de los primeros. El F-15 es un potente avión de combate, muy peligroso cuando se utiliza con buenas tácticas y en esto los pilotos del 493 Fighter Squadron son verdaderos expertos. Es su único tipo de misión (no hacen misiones aire–suelo) y se adiestran en ello a diario. Pero a pesar de contar con mejores misiles que los Eurofighter españoles, la ventaja del diseño más moderno del avión español, así como algunas capacidades como el 'supercrucero' (ponerse en vuelo supersónico sin postcombustión) y su superior velocidad ascensional, inclinan la balanza hacia el avión europeo en un combate equilibrado.

Por otro lado, los F-18 españoles modernizados (los del Ala 12 y 15) fueron superiores a los F-16 turcos, que son todos del Block 50 y bien equipados, disponen de un buen radar aunque como plataforma, el F-18 es más versátil y los pilotos españoles saben sacarle mucho partido a este veterano avión. En estos ejercicios el elemento más débil era precisamente de los anfitriones, los F/A-18 del Ala 46, pues al no estar modernizados como sus hermanos peninsulares, no podían competir en igualdad con los otros aviones. Y es que, de nuevo, se pone de manifiesto que es un tema urgente para el Ejército del Aire acometer la sustitución de estos aviones, encargados de la defensa de Canarias. (Jesús.R.G.)

Fuente: https://www.elconfidencial.com/
 

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