Navantia, a punto de ensamblar el casco del primer submarino S-81.

Navantia, a punto de ensamblar el casco del primer submarino S-81

El casco del primer submarino de la serie S-81 «Isaac Peral» estará ensamblado completamente la próxima semana, según informan fuentes conocedoras del proyecto de la Armada Española. Su botadura está prevista para 2020, una vez que se superaron hace ya dos años los problemas de su fase de diseño relacionados con el peso. «La fecha de entrega del primer submarino se ha programado para septiembre de 2022, y las tres unidades restantes lo harán, sucesivamente, hasta 2027», informan. Se trata de un proyecto que ha supuesto un gran desafío para Navantia y el resto de la industria española. «Una vez que la clase S-80 entre en servicio, tendremos uno de los submarinos convencionales más avanzados del mundo, que proporcionará a la Armada Española las nuevas capacidades que ahora carecen. 



En cuanto a la proyección del poder naval en tierra, el S-80 contribuirá decisivamente a la tarea de «golpe profundo» de la Fuerza Naval con misiles de ataque terrestre que aseguran el elemento disuasorio de la fuerza, incluso si no se ha controlado completamente el aire y el mar. En relación con la Guerra Naval Especial, la capacidad de proyección de los grupos de Operaciones Especiales también mejorará significativamente con la nueva clase S-80. Con respecto a la protección de una fuerza naval, los submarinos contribuirán a lograr el control marítimo del teatro de operaciones, facilitando la llegada de una Fuerza Naval al área. También ayudarán a la defensa ASUW (siglas en inglés de anti-surface warfare, guerra antisuperficie o contra buques de superficie) con sus capacidades de misiles y torpedos, y la ASW (Anti-submarine warfare, antisubmarina) a través de sus sistemas de detección y armas. 


Del mismo modo, este submarino tendrá la capacidad de llevar a cabo operaciones CSAR (Combat Search and Rescue) y evacuación discreta de personal, así como realizar misiones de colocación de minas ofensivas encubiertas. Todas esas capacidades se mejorarán gracias al nuevo sistema de propulsión independiente del aire (AIP) que permitirá que el S-80 permanezca sumergido en aguas profundas durante unos 15 días, dependiendo del uso táctico realizado por el oficial al mando. Hay que recordar que este proyecto tenía un techo de gasto inicial de 2.135 millones de euros, que finalmente se elevó en otros 1.706 millones (27 de julio de 2018), situándose el total en 3.841 millones.

Fuente: https://abcblogs.abc.es/

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