¿El nuevo sistema antiaéreo ruso es una amenaza masiva para los futuros helicópteros del Ejército de EE. UU.?
El ejército de los EE. UU. Se esfuerza por desarrollar nuevos aviones como parte del programa Future Vertical Lift para dominar con éxito en un espacio aéreo altamente disputado y complejo contra amenazas conocidas y emergentes. El Pentágono espera que en el futuro, los sistemas de aviación del Ejército tengan que operar en un espacio aéreo disputado de acceso y negación de área (A2AD) contra adversarios que tienen capacidades avanzadas que limitan la libertad de maniobra. Los investigadores militares están analizando el futuro de los aviones del Ejército y concluyeron que los sistemas de artillería antiaérea rusos más nuevos representarán la amenaza para las soluciones de Elevación Vertical Futura.
Según las recientes diapositivas informativas del Army Futures Command para la industria, el nuevo sistema de cañones antiaéreos autopropulsados 2S38 Derivatsiya-PVO (SPAAG) y el sistema de misiles antiaéreos autopropulsados Pantsir (SPAAGM) se describieron como las principales amenazas para los nuevos helicópteros. El 2S38 Derivatsiya -PVO es un nuevo sistema de artillería antiaérea ruso basado en el chasis del vehículo de combate de infantería BMP-3 y equipado con un cañón de 57 mm. Según la Agencia de Noticias TASS, el nuevo sistema está diseñado para destruir objetivos aéreos como vehículos aéreos no tripulados, helicópteros, misiles de crucero, misiles aire-superficie, aviones tácticos y helicópteros de apoyo contra incendios. Los cañones antiaéreos también son capaces de derribar múltiples lanzacohetes, destruyendo objetivos terrestres y de superficie.
Las
fuentes abiertas lamentan que el arma del Derivatsiya-PVO tenga una
alta cadencia de fuego: 120 disparos por minuto. El proceso de repeler
los ataques aéreos es completamente automático desde la adquisición del
objetivo hasta la selección de ronda y el disparo. La elevación del arma
varía de -5 grados. a 75 grados El Derivatsiya-PVO alcanza objetivos a
una altitud de 4,5 km y elimina los vehículos terrestres ligeramente
blindados a una distancia de 3 km. Como
contrapeso al moderno sistema de defensa aérea ruso, los futuros
helicópteros del Ejército habrán mejorado la agilidad y el aumento del
control de vuelo permitirán formaciones de asalto estrechas con
aterrizajes de proximidad para entregar tropas embarcadas como una
unidad cohesiva y minimizar la exposición a amenazas hostiles.
Además, el empuje del propulsor junto con grandes velocidades angulares y un control de actitud de precisión permitirán a un futuro helicóptero desplazar rápida y precisamente la posición de la aeronave o la ruta de vuelo en respuesta a amenazas o entornos tácticos en evolución. Otra capacidad importante del futuro helicóptero será la velocidad. El doble de la velocidad y la distancia de los helicópteros convencionales de hoy en día al tiempo que aumenta la maniobrabilidad y la agilidad generales necesarias para las diversas misiones del ejército de los EE.UU. Actualmente, el Ejército está desarrollando nuevos aviones en un horario acelerado utilizando un proceso de creación de prototipos competitivo. La puesta en campo inicial de la futura aeronave se anticipa en 2028-30.
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