Los trabajos menores de reparación del caza F-16 se llevarán a cabo en Ucrania.

Si Rusia contamina las pistas, el F-16 estadounidense quedará inutilizable 
 
Según el anuncio de Bill LaPlante, subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Ucrania está lista para recibir aviones de combate F-16 de varios países europeos, y la reparación y el mantenimiento integrales de estos aviones se facilitarán en Polonia. La declaración se hizo en la Cumbre de Defensa organizada por el periódico Politico, con sede en Estados Unidos. Se revela que las fuerzas ucranianas ejecutarán trabajos de reparación menores a nivel nacional, pero la asistencia experta de aliados y socios globales será indispensable para operaciones de mantenimiento más complejas, explicó La Plante. El subsecretario de Defensa de Estados Unidos enfatizó además que el sector de defensa de Estados Unidos, Europa y Occidente colaborarán con Kiev en la gestión del mantenimiento de estos aviones de combate F-16. Aunque expresó optimismo, insinuó que en breve podrían darse directrices precisas sobre el tema. Reconoció el desafío en su declaración: "Este es un obstáculo que nos estamos esforzando por superar". 
 
Para una comprensión contextual, el F-16 Fighting Falcon es un venerado caza multiusos supersónico ligero estadounidense de cuarta generación que es capaz de realizar múltiples tareas de combate. Su amplia gama de funcionalidades incluye tareas de combate aéreo, respaldo de fuerzas terrestres, supresión de las defensas aéreas del oponente, ejecución de interceptaciones, reconocimiento y ataque a objetivos terrestres y marítimos en todos los escenarios climáticos. Está previsto que Ucrania obtenga F-16 de países como los Países Bajos, Dinamarca y Noruega, que han aceptado transferir sus cazas para aumentar el apoyo militar de Ucrania. El proceso de perfeccionamiento de los pilotos y la tripulación técnica ucranianos ya ha comenzado en Dinamarca y Gran Bretaña. También se están movilizando a especialistas adicionales de EE. UU., Países Bajos, Bélgica, Suecia y Francia para que se unan al esfuerzo.
 
  
 
Según las proyecciones del Pentágono, se espera que el programa completo de formación del personal militar ucraniano dure entre cinco y nueve meses. Según informa el Wall Street Journal, las autoridades militares ucranianas están considerando el despliegue de estos aviones de combate occidentales en sus operaciones antes de febrero de 2024. A la luz del acuerdo de los aliados occidentales de suministrar a Ucrania sus F-16, han surgido una serie de análisis de expertos sobre los posibles desafíos que Ucrania podría enfrentar. Este acontecimiento, que sigue a la luz verde de Washington para la reexportación, está provocando bastante debate. Un punto de vista predominante entre los expertos sugiere que Ucrania podría tener dificultades con los aspectos prácticos del empleo de los F-16 en su actual escenario de guerra. Los F-16 requieren pistas de despegue mantenidas meticulosamente, lo que podría no ser factible dados los conflictos en curso.
 
 
 
Tras un hipotético bombardeo ruso, por ejemplo, incluso el más mínimo daño en la pista podría imposibilitar el despegue. El delicado diseño de las ruedas de los F-16 está orientado a pistas más suaves y prístinas, a diferencia de sus resistentes homólogos como el MiG-29 o el Su-27, que son capaces de despegar desde terrenos más accidentados, como una carretera rústica. Aparte de las condiciones operativas, otra preocupación expresada por muchos es el complejo mantenimiento que exige el F-16. En comparación con la facilidad de mantenimiento del Gripen sueco, los observadores argumentan que el F-16 se queda corto. Esto se debe a que el F-16 necesita condiciones de taller para su mantenimiento, a diferencia del Gripen, que potencialmente puede mantenerse en un campo de batalla o esconderse en los bosques. Construido para luchar contra cazas rusos, el Gripen muestra su superioridad con estas capacidades prácticas. 
 
Fuente: https://bulgarianmilitary-com

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