El ejército de Moldavia necesita una mejora urgente en medio de la amenaza rusa.

Actualmente, Moldavia aspira a convertirse en miembro de la Unión Europea y está trabajando activamente en reformas legislativas y adaptando sus fuerzas armadas para cumplir con los estándares europeos. Sin embargo, surgen desafíos importantes debido a que las fuerzas prorrusas y una importante presencia militar rusa, camufladas como fuerzas de paz, controlan la región separatista de Transnistria, impidiendo el progreso de Moldavia. Rusia ambiciona tener un control total sobre Moldavia y no muestra ninguna intención de renunciar a su influencia sobre esta pequeña nación. Además de eso, los intentos de crear un corredor terrestre mediante la ocupación del sur de Ucrania adyacente a Transnistria encontraron resistencia por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania. 
 
Actualmente, Ucrania es la principal barrera contra el avance ruso y mantiene un bloqueo alrededor de la región separatista para disuadir la influencia rusa. El Kremlin considera a Moldavia un puesto estratégico en la frontera de la OTAN y planea establecer bases militares en la región, lo que representa una amenaza potencial para las naciones del sur de Europa. Esta posible medida podría afectar no sólo a Moldavia sino también a países vecinos como Rumania y Bulgaria. Reconociendo este desafío, la Unión Europea ha iniciado medidas para apoyar a Moldavia y ayudarla a modernizar sus fuerzas armadas. Sin embargo, el progreso, al igual que en Ucrania, es lento y cauteloso. Moldavia recibirá asistencia militar a través de vehículos blindados ligeros, equipos de desminado y kits de chalecos antibalas individuales. Sin embargo, en medio de la urgente necesidad de armamento antitanques, morteros ligeros y sistemas de artillería modernos, esta ayuda se queda corta. 
 
Si Ucrania no mantuviera el control de la región sur dejaría a Moldavia vulnerable a la posible anexión de una porción significativa de su territorio. Las autoridades locales han mostrado una iniciativa mínima y no han aplicado las lecciones aprendidas de la guerra en Ucrania. Hay una falta de conocimiento público sobre los programas de adquisición o el desarrollo de sistemas de armas, incluidos los drones comerciales FPV rentables. A pesar de la eficacia en el campo de batalla de drones más robustos y probados como el Bayraktar TB2, Moldavia parece desinteresada. Si la trayectoria de reforma militar de Moldavia se mantiene sin cambios, Europa podría enfrentar un nuevo foco potencial, que amenaza la seguridad de millones de ciudadanos de la UE. 

Fuente: https://defence--blog-com

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