Egipto compra misiles FIM-92 Stinger para disuadir a los Su-27 regionales.


Estados Unidos venderá a Egipto 720 misiles Stinger, por un costo de 740 millones de dólares, fortaleciendo su defensa antiaérea. Estados Unidos ha autorizado la venta a Egipto de 720 misiles Stinger, probablemente del tipo FIM-92, con un costo estimado de 740 millones de dólares. Estos misiles están diseñados para ser integrados con el sistema antiaéreo móvil M1097 Avenger, montado sobre un chasis militar Humvee. En la actualidad, Egipto cuenta con aproximadamente 50 unidades del sistema M1097 Avenger, que han sido entregadas a lo largo de varios años, incluyendo un acuerdo firmado en 2006 para la adquisición de 25 unidades adicionales. 
 
De este total, 25 unidades se destinaron para entrenamiento y operaciones. La decisión de Egipto de adquirir misiles FIM-92 Stinger para sus sistemas M1097 Avenger tiene lugar en un contexto de crecientes tensiones con Etiopía, particularmente por la construcción de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) sobre el río Nilo, que Egipto percibe como una amenaza a sus recursos hídricos. El fortalecimiento de la defensa aérea egipcia con los misiles Stinger busca proteger infraestructuras críticas de amenazas aéreas, especialmente ante la Fuerza Aérea Etíope, que cuenta con cazas Su-27. Estos aviones podrían enfrentar serias dificultades si Egipto integra estos misiles a sus sistemas de defensa, especialmente para la protección de objetivos clave. Los misiles Stinger son altamente efectivos contra amenazas a baja altitud y se pueden desplegar rápidamente. Esta característica resulta crucial para contrarrestar cazas como el Su-27, que se destacan por su velocidad y agilidad. 
 
La integración de estos misiles podría permitir a Egipto establecer una sólida red de defensa aérea capaz de detectar y neutralizar amenazas de aviones etíopes. Además de Etiopía, Egipto enfrenta problemas de seguridad con Libia y Sudán. La situación política inestable en Libia y la presencia de diversas facciones armadas presentan desafíos para la seguridad de Egipto. La Fuerza Aérea Libia, equipada con cazas como MiG-23 y MiG-29, podría amenazar a Egipto, por lo que la incorporación de los misiles Stinger ofrecería una defensa adicional. En el complejo escenario geopolítico de la región, Sudán desempeña un papel importante, especialmente por las disputas relacionadas con el Nilo. La Fuerza Aérea sudanesa, que cuenta con aviones Su-25 y MiG-21, representa una posible amenaza para Egipto. La capacidad de los misiles Stinger para proteger puntos estratégicos permitiría a Egipto defenderse en caso de incursiones aéreas sudanesas. Esto fortalecería la capacidad de respuesta de Egipto ante ataques y aumentaría la seguridad nacional en la región. 
 
La integración de los sistemas FIM-92 Stinger subraya la importancia de mejorar las defensas aéreas de Egipto frente a las crecientes tensiones regionales. La adquisición de estos misiles sirve también como disuasión para que países vecinos reconsideren sus estrategias militares. El FIM-92 Stinger, desarrollado por Raytheon y utilizado por las Fuerzas Armadas estadounidenses, es un misil antiaéreo portátil, diseñado para atacar amenazas de baja altitud, como helicópteros y aviones. Con una longitud de 1,52 metros y un peso aproximado de 10 kilogramos, es ligero y fácil de transportar. El Stinger utiliza un avanzado sistema de guía por infrarrojos para captar y rastrear señales térmicas emitidas por motores de aeronaves. Su alcance máximo es de 4,8 kilómetros y puede atacar objetivos a altitudes de hasta 3,8 kilómetros, lo que lo convierte en un recurso antiaéreo eficaz. 
 
Este sistema ha sido utilizado en diversos conflictos, especialmente en Afganistán durante los años 80, y ha pasado por varias modernizaciones para mejorar su capacidad de enfrentarse a amenazas emergentes. Durante la guerra de Afganistán en los 80, el Stinger fue crucial para que los muyahidines enfrentaran a la Fuerza Aérea Soviética. Un evento destacado ocurrió el 23 de diciembre de 1986, cuando un Stinger derribó un MiG-21 soviético en la provincia de Paktia, alterando la dinámica de la guerra. En 1987, los muyahidines derribaron dos helicópteros Mi-24 en la región de Khost usando misiles Stinger. El teniente general Roy C. Klaus comentó: “El FIM-92 Stinger transformó cómo las pequeñas formaciones podían contrarrestar el poder aéreo enemigo”. Enfrentamientos con cazas occidentales son menos comunes, pero hubo casos durante la guerra de Irak en 1991, donde fuerzas iraquíes emplearon misiles Stinger contra aviones de la coalición, incluyendo el F-14. 
 
El uso del Stinger por parte de Irak en 1991 demostró que incluso los aviones de combate más avanzados no son invulnerables. Estos incidentes resaltan que, aunque el misil fue diseñado inicialmente para combatir aviones rusos, también es relevante en escenarios de combate con fuerzas occidentales. La experiencia acumulada por el Stinger en múltiples conflictos ha consolidado su reputación como una de las armas antiaéreas más eficaces del mundo. Su versatilidad y capacidad de modernización continua lo mantienen como un recurso fundamental en los arsenales de muchos países. Egipto, al adquirir estos misiles, se asegura de contar con un sistema de defensa robusto, capaz de hacer frente a múltiples amenazas aéreas, y reafirma su posición en el complejo tablero geopolítico regional.

Fuente: https://israelnoticias.com/

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