Imágenes satelitales revelan construcción de refugios para Su-35 en Irán.

Recientes imágenes satelitales de septiembre de 2024, obtenidas a través de Google Earth, han mostrado actividad de construcción en la Tercera Base Aérea Táctica de Irán, situada cerca de Hamedan. Las fotografías revelan la edificación de grandes refugios arqueados, con dimensiones aproximadas de 25 por 30 metros. Estas instalaciones parecen exceder las necesidades de los aviones F-4 Phantom actualmente estacionados en la base, lo que sugiere que se están realizando preparativos para recibir una flota más moderna, probablemente los aviones de combate rusos Su-35S. La construcción de estos refugios plantea importantes interrogantes sobre los objetivos estratégicos y operacionales de Irán. La posible llegada de los Su-35 podría alterar el equilibrio de poder en la región, dado que estos aviones cuentan con capacidades avanzadas, como radar de largo alcance, motores con empuje vectorial y modernos sistemas de armas. 
 
Esto afectaría las operaciones defensivas y ofensivas de países vecinos, como Israel y Arabia Saudita, que dependen de la superioridad aérea. Además, si los Su-35 se integran efectivamente en la fuerza aérea iraní, podrían desafiar la ventaja del F-35 israelí y modificar las operaciones aéreas saudíes. Otro aspecto a considerar es la posibilidad de que esta adquisición refuerce a los aliados de Irán, como Hezbollah, al proporcionarles una cobertura aérea más robusta. Sin embargo, la eficacia de los Su-35 dependerá de la capacidad de Irán para superar desafíos relacionados con el entrenamiento de pilotos, la infraestructura de mantenimiento y la preparación táctica, áreas en las que históricamente ha enfrentado limitaciones. En caso de que los programas de entrenamiento estén en marcha, esto indicaría una planificación a largo plazo para la integración de los Su-35. Si no es así, la efectividad operativa de estos aviones podría ser limitada en un principio, convirtiéndolos en un elemento más simbólico que práctico para la fuerza aérea iraní. 
 
La cooperación entre Irán y Rusia
Desde una perspectiva política, la adquisición de los Su-35 refuerza la cooperación entre Irán y Rusia, posiblemente dentro de un acuerdo estratégico más amplio. Este acuerdo podría incluir la utilización de drones iraníes en el conflicto en Ucrania. 
 
Para Rusia, la venta de estos aviones representa una oportunidad económica, especialmente en el contexto de sanciones internacionales. Por su parte, para Irán, la llegada de los Su-35 constituye un paso hacia la modernización de su fuerza aérea. La estrecha relación entre ambos países podría intensificar las tensiones con Estados Unidos y sus aliados, quienes podrían responder mediante nuevas sanciones o con el incremento en el envío de armas a los rivales regionales de Irán. En este sentido, la financiación de estos proyectos, en un contexto de restricciones económicas, podría implicar el uso de ingresos provenientes de la venta de petróleo y mecanismos de comercio ilícito. La posible producción local de los Su-35, e incluso de los Su-30, sería una medida para ahorrar a largo plazo. 
 
Sin embargo, los detalles financieros de este esfuerzo aún no han sido completamente esclarecidos. A pesar de ello, el ritmo acelerado de las construcciones y la implementación de estos proyectos demuestra la determinación de Irán por fortalecer su capacidad aérea. Las agencias de inteligencia extranjeras enfrentan grandes desafíos para monitorear estos avances. Las imágenes satelitales demuestran las dificultades para seguir en tiempo real el progreso militar de Irán, especialmente por la naturaleza dual de uso de muchas de las infraestructuras y la ubicación remota de las bases aéreas. Esto genera dudas sobre el número de Su-35 que se entregarán y si otras bases están siendo modernizadas de manera similar. 
 
Infraestructura subterránea y de superficie refuerzan la flexibilidad operativa 
El desarrollo de infraestructuras subterráneas y de superficie refleja un enfoque de Irán centrado en la supervivencia y flexibilidad operativa. Las instalaciones subterráneas, como Eagle 44, ofrecen protección contra ataques aéreos, mientras que los refugios en superficie indican una preparación para accesos rápidos y operaciones urgentes. 
 
Estas estrategias subrayan la disposición de Irán para enfrentar amenazas militares con diversas opciones de actuación. La integración de los Su-35 en Irán, apoyada por la producción local y la construcción de infraestructura específica, podría tener implicaciones significativas para el equilibrio de poder en la región. La combinación de entregas de aeronaves, fabricación nacional y el desarrollo de infraestructuras muestra el esfuerzo metódico de Irán para modernizar su fuerza aérea, proyectar poder y reforzar su defensa aérea frente a amenazas contemporáneas. 
 
Fuente: https://israelnoticias.com/

Comentarios