Una noche en la guerra con la ‘Guadarrama’: “Vosotros tampoco podéis fallar.



El ataque al enemigo comenzó al amanecer, tras una larga noche para llegar a la posición de ataque. | PPC

“Para toda la malla: ocupamos posiciones”. El capitán Eduardo Romay da las últimas órdenes de una larga noche a su compañía, la segunda del batallón ‘Montejurra’. “Una sección saldrá desde la izquierda, otra desde la derecha y otra, al otro lado de Tres Poyetes”, explica a la periodista apostada en la parte trasera de su VAMTAC sin soltar el auricular de la radio con la que se comunica con sus unidades. El capitán cambia de auricular cuando recibe la autorización desde la ‘malla’ de mando, desde donde recibe las órdenes del teniente coronel Fernando Noval, que dirige la operación como jefe del batallón. El sol ya asoma entre las nubes que cubren a rachas las lomas de San Gregorio. Ha llegado el momento del ataque. Las tres secciones ocupan rápidamente los puntos de apoyo planeados y comienzan a batir las posiciones. “Afirmativo. Abra fuego y apoye nuestro movimiento”, responde el oficial cuando uno de los tenientes le pregunta si comienzan a disparar contra las posiciones enemigas. 

amanecer

Desde el puesto de mando, el capitán controla los movimientos de unos 100 militares en más de una treintena de vehículos que integran su compañía, a la que se ha sumado una sección de zapadores y un observador avanzado. También controla el fuego de su propio VAMTAC desde el que, poco después, comienzan a lanzarse granadas de 40 milímetros a las posiciones “hostiles”. “El disparo es bastante potente”, avisa el oficial a unos oídos poco acostumbrados al lanzamiento de granadas mientras no quita ojo a los movimientos de los suyos. “¡Adquirimos bien los objetivos, no malgastamos munición!”, repetía el capitán Romay por radio mientras las vainas de las granadas chocaban contra la carrocería de su vehículo. El ataque es el colofón de una noche larga. La operación había comenzado 10 horas antes, cuando el capitán reunió a sus militares y les insufló ánimo minutos antes de que subieran a sus vehículos. 

municion

“Para esto es para lo que nos preparamos y vamos a hacerlo como sabemos”, grita a las cuatro secciones que forman esperando las últimas indicaciones de su mando. Con el vivac desmontado y la munición cargada, el batallón comenzó la lenta maniobra para llegar al punto desde el que atacarían al objetivo. El capitán intercambia mensajes por radio constantemente para conocer la posición de cada unidad de su compañía y si se siguen los pasos planeados. Se ayuda también con el recién instalado sistema de Mando y Control, el BMS Lince, que incluye una luminosa –y muy visible en mitad de la noche- ‘tablet’ que no siempre funciona según lo esperado. “Es muy útil para el mando”, explica el capitán Romay a Estrella Digital, que vivió la operación desde su VAMTAC. Durante el ataque, el capitán ya no mira a la pantalla. Todo funciona según lo planeado. “Ya están entrando los zapadores”, indica tras ordenar el alto el fuego para dejar que esa sección abriera “dos brechas” por las que la infantería podría entrar y “limpiar” los últimos focos de resistencia a pie.

Misiones “menos pesadas”
La operación del Batallón Montejurra durará otras 24 horas más. Forma parte de la puesta a punto de la Brigada Guadarrama, en la que esta unidad del Ejército se integró el pasado 1 de enero dentro de la reestructuración del Ejército en las Brigadas Orgánicas Polivalentes.

Precisamente, este batallón es la unidad más ligera de la brigada, que cuenta también con el Regimiento ‘Alcázar de Toledo’ 61 y el ‘Asturias’ 31, con los medios acorazados Leopardo y mecanizados Pizarro, respectivamente. “Las misiones que nos dan son las menos pesadas: entrar en poblaciones, limpiar zonas urbanizadas de posibles enemigos. En este caso, tenemos que atacar a un enemigo de baja entidad, que opone poca resistencia. Para otros enemigos, están los medios acorazados”, explica el coronel Noval al reducido grupo de periodistas que se iban a ‘empotrar’ en distintas unidades del ‘Montejurra’. El ejercicio completo es la simulación del despliegue de la brigada en una operación autorizada por Naciones Unidas, que se explica con nombres ficticios de países –unos clásicos ya utilizados en otros ejercicios-. 

fondo

“Coral invadió Opal y se envía una fuerza para apoyar a Opal para recuperar el territorio perdido. La Brigada XII ha realizado una serie de operaciones en el territorio de Opal para recuperar el terreno y después de 70 días, estamos ahora mismo en la fase 5 del plan”, explicaba el teniente coronel Noval. “Vosotros tampoco podéis fallar. Si lo hacéis, también nos ‘pillan”, advertía en referencia al enemigo virtual –que en este caso controlarían los evaluadores del ejercicio y las unidades del CENAD San Gregorio, preparadas para ser el oponente de los militares que se instruyen en el campo de maniobras más grande de Europa-. En este ensayo, casi todo se desarrolla como una operación ‘en zona’, con fuego real incluido, aunque con precauciones. “No vamos a hacer fuego de mortero como en un ataque real, que sería avanzando y tirando. Se establecen una serie de limitaciones por cuestiones de seguridad. El ataque va a ser sucesivo: morteros, ataque de una compañía con vehículos, zapadores… a partir de ahí quitamos munición de guerra y ponemos la de fogueo. Pero, el ejercicio es fuego real”, anticipa el teniente coronel.

Ejercicio de la Guadarrama
Durante más de una semana, la brigada ha puesto a 1.200 militares de sus militares y unos 300 vehículos, entre los que se encuentran los pesados Pizarro y Leopardo, que han trasladado desde Madrid. Los militares insisten en que el ejercicio no tiene nada que ver con la situación en Cataluña, pese a la coincidencia de las fechas (el ejercicio comenzó el 28 de octubre y finalizó el día 6 de noviembre). 

“Estas maniobras están encuadradas en el Plan Anual de Preparación (PAP) del año 2017, que fueron programadas durante el segundo semestre del 2016”, se apresuró a explicar el Ejército de Tierra en una nota de prensa, en previsión de las posibles reacciones por trasladar tal cantidad de vehículos militares por la A-2 en dirección noreste. En el terreno, los militares se concentran en hacer su trabajo, independientemente de las reacciones políticas que el ejercicio pueda suscitar. Y, al menos provisionalmente, la valoración interna ha sido positiva.  “Por el momento, todo ha salido bien”, explicaba el comandante que evalúa el ejercicio con los disparos a unos metros. (Jesús.R.G.)

Fuente: https://www.estrelladigital.es/

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