El próximo martes 26 Mariano Rajoy se reunirá en persona con Donald Trump en la Casa Blanca para mantener su primer encuentro formal –más allá del fugaz saludo que ambos protagonizaron en la cumbre de la OTAN del pasado mayo-. La agenda de la reunión, tal y como ha informado Moncloa, girará en torno a la lucha contra el terrorismo –con mención a los recientes atentados de Barcelona y Cambrils-, las relaciones USA-UE y los acuerdos bilaterales con España.
El Confidencial Digital adelantó hace unas semanas que el equipo de Rajoy, liderado por Jorge Moragas, estaba negociando con la Casa Blanca una declaración de Donald Trump sobre el referéndum de independencia en Cataluña. Pero sobre la mesa también habrá asuntos militares. En concreto, tal y como ha sabido ECD, el equipo del presidente que prepara la reunión ha incluido menciones a la futura adquisición de cazas F-35 para el Ejército del Aire y la Armada española, como sustituto de los F-18 y los Harrier de la 9ª Escuadrilla de Aeronaves.
Un caza polémico y caro… pero necesario
El F-35 es un caza de combate de quinta generación en el que Estados Unidos ya alrededor de medio billón de dólares. Un proyecto muy cuestionado por los retrasos, fallos de diseño y contratiempos que ha ido sumando año tras año, que incluso han llevado a Trump a insinuar que su futuro está en el aire.
Sin embargo, continúa siendo una de las plataformas más prometedoras del panorama actual y a medio plazo, en liza con el futuro avión de combate europeo que sucederá al Eurofighter. Para la Armada española es especialmente interesante, ya que la versión ‘B’ (STOVL) es a día de hoy la única capaz de sustituir a los Harriers navales de despegue vertical.
Más de 6.000 millones de euros
Un contrato que supondría un coste superior a los 6.000 millones de euros, teniendo en cuentan las necesidades de ambos ejércitos y el elevado coste del aparato –alrededor de 200 millones de dólares la unidad-. Esta será, aseguran fuentes políticas consultadas por ECD, la primera mención oficial a este asunto a nivel presidencial.
Hasta entonces, las conversaciones se han llevado principalmente entre el fabricante, representantes de estos últimos y funcionarios y militares españoles. Que España y otros países se sumen al proyecto F-35 como compradores supondría un ligero alivio para Estados Unidos, ya que equilibraría la balanza de los costes de producción que ahora asume casi totalmente el Pentágono. España no sólo pagaría por los aparatos, sino por su mantenimiento y por el largo y costoso programa de diseño y desarrollo.
Cumplir con el 2 por ciento
El discurso que preparan los asesores de Rajoy incluye también el firme nto del PIB, actualmente ligeramente superior al 1 por ciento –uno de los más bajos de toda la OTAN-.
Tal y como se informó en estas páginas, en Moncloa se intentó rebajar las pretensiones y exigencias de la nueva administración estadounidense.
Se argumentaba que España se encuentra involucrada en prácticamente todos los frentes internacionales abiertos en la actualidad, y se recordaba el papel que juega el territorio español en la estrategia militar de Estados Unidos: el escudo antimisiles en Rota y la base de Morón de la Frontera como plataforma para la fuerza de reacción rápida contra el terrorismo en el norte de África. Sin embargo, esa estrategia -que defendían parte de los asesores de Moncloa- fracasó y el gobierno asumió que debía dar pasos encaminados a elevar el gasto militar hasta ese mínimo 2 por ciento del PIB.
Se argumentaba que España se encuentra involucrada en prácticamente todos los frentes internacionales abiertos en la actualidad, y se recordaba el papel que juega el territorio español en la estrategia militar de Estados Unidos: el escudo antimisiles en Rota y la base de Morón de la Frontera como plataforma para la fuerza de reacción rápida contra el terrorismo en el norte de África. Sin embargo, esa estrategia -que defendían parte de los asesores de Moncloa- fracasó y el gobierno asumió que debía dar pasos encaminados a elevar el gasto militar hasta ese mínimo 2 por ciento del PIB.
