MTorres diseña un submarino de fibra de carbono más ligero, barato y rápido.

Manuel Torres (i) presenta su proyecto, acompañado del decano de los periodistas murcianos, Juan Antonio de Heras. / ANTONIO GIL / AGM

La empresa aeronáutica MTorres está dispuesta a revolucionar también la industria naval del futuro con la creación de un submarino en fibra de carbono que será menos pesado, más veloz, con capacidad para el doble de carga, más fácil y rápido de fabricar y, también, más barato que los convencionales actuales. Esta empresa ubicada en el Parque Tecnológico de Fuente Álamo ha diseñado un prototipo, según anunció ayer su fundador y presidente, el murciano Manuel Torres, en la clausura de la tercera edición de las Jornadas Nacionales de Comunicación y Defensa, organizadas por el Colegio de Periodistas de la Región y celebradas en la Escuela de Infantería de Marina. Si el científico, marino y militar cartagenero Isaac Peral inventó el primer submarino torpedero en 1888, esta compañía especializada en componentes para aviones anunció haber reinventado el sumergible monocasco del siglo XXI. Lo ha hecho utilizando la misma tecnología que usa desde hace dos años para la fabricación del fuselaje en una sola pieza para aviones comerciales.

El prototipo, cuya patente está en trámites, tiene en los planos una superficie de 520 metros cuadrados, un volumen de 466 metros cúbicos y un peso orientativo de 80 toneladas. Además, podría alcanzar una profundidad máxima de mil metros. Un submarino de la clase S-70 de la Armada logra una inmersión máxima de 320 metros y desplaza 1.730 toneladas en superficie. Según Torres, el suyo es «igual de seguro» que los actuales, aunque al ser más ligero permitirá hacer más millas de navegación bajo el agua. Además, según los cálculos de la empresa promotora, su construcción será mucho más rápida y también será más barata, porque no necesita las «miles de horas» de mano de obra requeridas para soldar minuciosamente el casco de acero de los convencionales. Según el presidente de MTorres, su submarino tiene el doble de resistencia y la quinta parte del peso de los sumergibles modernos de sus mismas dimensiones, facilitando así cargar «más material y baterías, algo que le permitirá mayor rapidez de maniobra y autonomía». Al ser más ligero y veloz, Torres ha ideado el término de «submarino 'caza'», a semejanza de los aviones de combate.

El diseño será presentado a Navantia a mediados de noviembre, en el consejo de administración de la Fundación Isaac Peral, una alianza de empresas industriales y tecnológicas de la Región que preside el propio Manuel Torres. Él espera en ese encuentro la asistencia del director de I+D+i de la empresa pública naval, a quien dará todos los detalles. También un plazo de dos meses para que valoren si quieren participar en el proyecto. En caso contrario, Torres tiene claro que irá al mercado estadounidense. Para este empresario, la historia de Isaac Peral «se repite continuamente, porque los españoles no creemos en nuestras capacidades. Tenemos una mala genética en ese sentido, solo sabemos restar, no sabemos sumar ni multiplicar», agregó en referencia a que la Armada Española no desarrolló el prototipo del primer sumergible eléctrico y torpedero creado por Peral en el último cuarto del siglo XIX.
 
Fabricación de los anillos
El proceso productivo de este nuevo submarino comenzará con la creación de los anillos del tubo, igual que se hace para la fabricación del fuselaje de un avión. La estructura será de fibra de carbono especial de MTorres, que se ensambla casi sin remaches y ejerce de molde para la aplicación de la capa exterior de fibra. Posteriormente, es aplicada una resina amalgamante que completa el conjunto. Todo ese proceso, llamado encintado, y la aplicación de la resina están automatizados y apenas necesitan mano de obra, algo que rebaja considerablemente los costes.

Se trata, según Torres, de una propuesta que nace como consecuencia de las 'tecnologías ping-pong', que consisten en trasladar técnicas y sistemas maduros en un sector a otro, «para favorecer un desarrollo más rápido y eficiente». Además de aplicaciones para el casco del submarino del futuro, MTorres está desarrollando baterías de base ion-litio de electrolito sólido de alta concentración energética. Un submarino de estas características podría disponer de 60 y 70 megavatios hora adicionales gracias a la reducción de peso generada por el empleo de fibra de carbono y el uso de estas baterías, lo que le dotará de gran capacidad de autonomía. (Jesús.R.G.)


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