El ejército español todavía tiene ojos para el F-35 a pesar del empuje de los cazas europeos.


La Armada y la Fuerza Aérea españolas siguen interesadas en el avión de combate americano F-35, a pesar de que el gobierno está a punto de unirse a un programa franco-alemán para desarrollar un nuevo avión europeo. Los dos servicios se encuentran en las etapas iniciales de un análisis en el que el avión fabricado por Lockheed Martin está emergiendo como un competidor clave, dijeron las autoridades a los periodistas que se encontraban al margen de la exposición de defensa FEINDEF que tuvo lugar a finales de mayo. Para la Armada, la elección de la variante de despegue y aterrizaje corto del avión, F-35B, parece ser más clara que para la Fuerza Aérea. La Armada española quiere reemplazar sus 12 aviones AV-8B Harrier II Plus, que son lanzados desde el LPH Juan Carlos I. 

La corta cubierta de salto de esquí de ese barco hace que el F-35B sea la única opción en el mercado, según el Comandante Antonio Estevan García, oficial de Estado Mayor de la división de planes y políticas del servicio. “Desde el punto de vista técnico, es una opción muy interesante para nosotros”, apuntó Estevan. “El problema es el coste. La versión para nosotros sería, por lo que yo sé, de unos 100 millones de dólares y la versión de la Fuerza Aérea unos 80 millones de dólares. Estamos hablando de precios altos. Incluso el presidente estadounidense se sorprendió cuando se dio cuenta del coste”. Los oficiales de la Fuerza Aérea, por su parte, mantienen sus opciones más abiertas cuando se trata de reemplazar los 84 F-18 fabricados por Boeing. Veinte aviones de la variante “A”, estacionados en las Islas Canarias, deben ser reemplazados antes del 2025, según el General de Brigada Juan Pablo Sánchez de Lara, jefe de la división de planes del Ejército del Aire español.
Airbus tiene los ojos puestos en ese negocio y se ofrece a equipar el escuadrón con el Eurofighter. Si bien ese resultado es también la expectativa de la fuerza aérea, un reemplazo para el resto de la flota del F-18, 64 aviones de la designación “M”, aún está en juego, según Sánchez de Lara. Los dos servicios que cooperan en los requisitos de un programa potencialmente conjunto significa que el F-35 está sobre la mesa de una forma u otra, aunque no está claro cómo de compatibles serán las necesidades de las dos fuerzas. “Para la Armada, es una solución muy simple porque necesitan un avión para un despegue corto y vertical”, dijo Sánchez de Lara. “Para nosotros, es diferente”. Ambos servicios quieren nuevos aviones para el año 2030. Eso sería diez años antes de que el programa del Sistema de Combate Aéreo del Futuro, dirigido por Airbus y Dassault, tenga previsto lanzar su nuevo avión de combate. La situación de España recuerda a la elección de Alemania con respecto al F-35 y la decisión del gobierno a principios de este año de abandonar el avión estadounidense como candidato para reemplazar al Tornado.

La Luftwaffe, la fuerza aérea alemana, estaba supuestamente a favor del avión de quinta generación estadounidense, mientras que el liderazgo civil del Ministerio de Defensa prefería una versión mejorada del Eurofighter Typhoon. Airbus había presionado duramente contra el F-35, argumentando que la elección de un nuevo avión de Estados Unidos en esta etapa hundiría efectivamente todo el proyecto FCAS (Future Combat Air System). Mientras tanto, dos F-35 llegaron a la Base Aérea de Los Llanos, cerca de Albacete, España, a principios de esta semana para entrenar con otras fuerzas aéreas de la OTAN, según los anuncios de la Fuerza Aérea de EE. UU. y la OTAN. Durante el Programa de Liderazgo Táctico (TLP), los oficiales practicaron la integración de la aeronave en un simulacro de búsqueda y rescate para extraer fuerzas amigas del territorio enemigo, dice un comunicado de la Alianza del 11 de junio. (Jesús.R.G.)

Fuente: https://www.defensenews.com/
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