El astillero de San Fernando se prepara para afrontar un carrusel de botaduras y entregas de las corbetas que construye para la Marina suadí. La factoría se encuentra en estos momentos a pleno rendimiento y con la vista puesta en la botadura del segundo buque, que tendrá lugar el próximo 14 de noviembre. Navantia ha reprogramado el plan de obras del proyecto saudí a raíz del parón que sufrió la planta con motivo de la irrupción de la pandemia. No hay que olvidar que los tres astilleros de la Bahía de Cádiz retomaron su actividad de manera escalonada en mayo, después del confinamiento, lo que obligó a reajustar los planes de producción de las obras contratadas para poder cumplir con los plazos de entrega marcados.
En el caso de las cinco corbetas saudíes, LA VOZ ha tenido acceso al calendario de ejecución previsto hasta junio de 2023, fecha en la que se entregará la última unidad. Así, cabe recordar que la primera unidad, cuya botadura tuvo lugar el 22 de julio de este año, se entregará al Gobierno de Riad el 20 de enero de 2022. Este barco ya se encuentra en el muelle de la factoría donde se lleva a cabo el equipamiento de su cubierta. Por lo que respecta al segundo barco, su botadura será el 14 de noviembre mientras que la entrega está señalada para el 14 de mayo de 2022. Por lo que se refiere a tercer barco, la botadura será el 29 de marzo de 2021 y su entrega, el 26 de septiembre de 2022.
Planificación en grada
La planificación de la obra recoge que las tres gradas de la factoría trabajan de manera conjunta a razón de una corbeta por grada. El plan, por tanto, recoge que cada cuatro meses, una vez que culmine el montaje de las estructuras en las gradas, se producirá una botadura, lo que significa que la cadencia de entregas arrancará en enero de 2021 razón de cuatro meses por unidad hasta completar en junio de 2023.
La obra de las corbetas supone una carga de trabajo de alrededor seis millones de horas que, traducido a empleo, alcanzarán la cifra de 6.000 personas en el tajo durante cinco años. De esta mano de obra, unos 1.100 son empleos directos, más de 1.800 pertenecen a la industria auxiliar y otros 3.000 son empleos indirectos generados por los suministradores. Más de 100 empresas auxiliares participan en este programa naval. El cuarto buque, según el cronograma de Navantia, será botado en la factoría isleña el 24 de julio de 2021 y se entregará a la Marina saudí el 21 de enero de 2023. El quinto barco será botado el 4 de diciembre de 2021 y la entrega está fijada para el 3 de junio de 2023. La obra de las cinco corbetas arrancó oficialmente en el astillero de San Fernando el 15 de enero de 2019 con el tradicional corte de chapa.
Este contrato, con una inversión de 1.813 millones de euros, entró en vigor de forma plena en noviembre de 2018 tras su firma en julio del mismo año. El diseño de las corbetas permite a Navantia poner en el mercado sistemas propios de última generación, como el combate CATIZ, el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma, el puente integrado MINERVA y los motores y las cajas reductoras. La obra de las corbetas saudíes, diseñadas en exclusiva por Navantia y de similares características que los patrulleros POV construidos en Puerto Real para Venezuela, ha devuelto la plena actividad a la factoría de San Fernando.
Nuevos contratos
Otro dato importante del contrato es la empresa conjunta creada entre Navantia y las fuerzas armadas de Arabia para el desarrollo tecnológico naval y la posibilidad de extenderlo a otras zonas. La nueva firma, bautizada como SANNI (Sami Navantia Naval Industries), está participada a un 49% por Navantia y un 51% por la estatal saudí SAMI (Industrias Militares de Arabia Saudí, por sus siglas en inglés). Se trata de la primera 'joint venture' establecida por la firma española con un país árabe. Esta alianza ha significado la apertura de nuevas «posibilidades en otros países del entorno, incluido Egipto, donde puede haber interés comercial».
El objetivo de esta alianza estratégica es integrar y adaptar los sistemas de combate y control para las corbetas saudíes. Igualmente, esta alianza ha permitido en los últimos meses hablar de un nuevo contrato naval-militar entre España y Arabia. Navantia ha presentado de forma oficial una oferta al Gobierno saudí para la construcción de dos buques anfibios y también un avance para la participación en un programa de nuevas fragatas. Las autoridades de Riad confirmaron en su momento que el contrato de las corbetas, que ahora se construyen en San Fernando, no tendrá continuidad, es decir, los cinco barcos completan las necesidades de su Marina, pero se abre la puerta a un nuevo acuerdo para anfibios y fragatas. La sección de ingeniería de Navantia se ha llevado un año trabajando en el diseño y desarrollo de dos buques anfibios que se adapten a las necesidades del cliente saudí.
Así, los ingenieros de Navantia han tomado como referencia los dos buques anfibios (LPD) de la Armada española y, sobre ellos, han realizado algunas modificaciones para ajustar la oferta a las necesidades de la Marina saudí. Se trata de los buques 'Galicia' y 'Castilla', ambos con base en Rota, y construidos entre 1995 y 1998 en el astillero de Ferrol por la antigua Izar. Ambos buques cuentan con hangar para cuatro helicópteros y la posibilidad de transportar hasta 600 efectivos, además de carros de combate. Disponen también de un hospital en su interior. Igualmente, Navantia ha incluido en la oferta de Arabia las posibilidades de un buque anfibio de altas prestaciones como el 'Juan Carlos I' (LHD), de la armada española, con capacidad también para el atrerrizaje y despegue de naves.
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