El F-35 le daría a Polonia una ventaja sobre sus aliados de la OTAN y Rusia.

 

Si la OTAN quiere disuadir con éxito la creciente amenaza de Rusia, que hoy está desplegando su propio caza de quinta generación, la única opción es invertir en el F-35. Al hacerlo, Polonia ha dado un paso importante para mejorar su propia seguridad y la de la Alianza en su conjunto. El pasado mes de enero, el gobierno polaco dio el paso audaz de adquirir treinta y dos F-35 A Joint Strike Fighters (JSF). 

 

Polonia se está convirtiendo en un actor importante en la OTAN. Está trabajando para modernizar sus fuerzas aéreas, marítimas y terrestres. También está forjando relaciones más estrechas con Estados Unidos, albergando fuerzas estadounidenses, permitiendo el posicionamiento previo de equipos militares y trabajando para mejorar la interoperabilidad. Al tomar la decisión de comprar el F-35, Polonia se adelantará a varios de sus aliados europeos, sobre todo Francia y Alemania, y entrará en el grupo de élite de países que operan aviones de quinta generación. El F-35 no solo será el caza de quinta generación más importante de Estados Unidos, sino también del mundo. Desde sus inicios, la JSF iba a ser un luchador internacional. El Consorcio F-35, que consiste en el Reino Unido, Italia, los Países Bajos, Canadá, Australia, Noruega, Dinamarca y hasta hace poco Turquía, contribuyó con más de $ 4 mil millones para los costos de desarrollo del programa. 

 

Las industrias aeroespaciales de cada uno de estos países también contribuyeron con tecnologías críticas. Las estimaciones actuales para las compras internacionales se encuentran entre 600 y 700 JSF. Si todos los miembros de la OTAN que actualmente planean adquirir el JSF cumplen sus compromisos, el F-35 constituirá la flota de combate más grande de la OTAN, por delante del Eurofighter franco-alemán-británico. Esto proporcionará un gran impulso a la interoperabilidad del poder aéreo de la Alianza. El paso de las plataformas actuales de cuarta generación a la quinta generación es inevitable y urgente. Existe un consenso general de que los aviones de cuarta generación tienen una capacidad de supervivencia cada vez menor frente a las redes de defensa aérea integradas y avanzadas. 

 

Los esfuerzos para mantener la capacidad de las aeronaves más antiguas para penetrar cada vez más defensas letales requerirán paquetes de fuerza más grandes y el uso extensivo de recursos de apoyo escasos, como bloqueadores aéreos. Dado que las fuerzas aéreas de la OTAN también lucharán en inferioridad numérica, con su infraestructura bajo el ataque continuo de los sistemas de fuego de largo alcance, esta es una propuesta perdida. El F-35 se convertirá inevitablemente en la pieza central de la capacidad aérea de la OTAN. Las aeronaves de quinta generación con características de baja observación, comúnmente conocidas como "sigilo", y una serie de sensores avanzados son capaces no solo de contrarrestar las defensas aéreas avanzadas, restaurando así la antigua ventaja de Occidente en el aire, sino que mejoran el rendimiento y la capacidad de supervivencia de plataformas aéreas de cuarta generación. 

 

Fabrica de montaje de cazas F-35

 

Empleando su sofisticado conjunto de sensores, el JSF puede pasar información de objetivos de alta calidad y casi en tiempo real a plataformas de cuarta generación que operan a una distancia de las defensas aéreas de alta amenaza. Además, con su revolucionaria variedad de sensores y computadoras, el F-35 puede servir como un ISR penetrante y una plataforma de guerra electrónica de reemplazo. La capacidad del JSF para operar como una plataforma de sensores ágil y de gran supervivencia es una ventaja casi incalculable para todas las fuerzas terrestres, aéreas y marítimas conectadas en red. El F-35 mejorará las defensas aéreas y de misiles de la OTAN y permitirá nuevos disparos de largo alcance. Operando desde dentro de la red de defensa aérea de un adversario, estas aeronaves proporcionarán detección y seguimiento tempranos de amenazas, mejorando el potencial de participación de los sistemas defensivos. 

 

Además, las inversiones incipientes en disparos de largo alcance y misiles de alcance intermedio requieren una capacidad de focalización desplegada hacia adelante que, en la actualidad, solo las plataformas de quinta generación pueden proporcionar. El Ejército de los EE.UU. Ha demostrado la capacidad del F-35 para servir como un nodo de orientación desplegado hacia adelante para su programa de fuego de precisión de largo alcance. Por tanto, es difícil sobrestimar la importancia de la decisión de Polonia. Como estado de primera línea, Polonia debe poder desplegar una capacidad militar que disuada a Rusia de considerar cualquier recurso a la coerción o fuerza militar. La Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa argumentó que el caso para vender F-35 a Polonia era convincente: “Esta venta propuesta de F-35 proporcionará a Polonia una capacidad de defensa creíble para disuadir la agresión en la región y garantizar la interoperabilidad con las fuerzas estadounidenses. 

 

La venta propuesta aumentará el inventario de aeronaves operativas de Polonia y mejorará su capacidad de autodefensa aire-aire y aire-tierra”. Según algunos observadores, la decisión de Polonia de adquirir el F-35 significa que, por primera vez desde la llegada del poder aéreo, ese país tendrá una fuerza aérea mejor que Alemania o Francia. El primer ministro polaco Mateusz Morawiecki  declaró: “El F-35 es un armamento altísimo que debe servir a las fuerzas armadas polacas y las fuerzas de la OTAN para proteger en particular el flanco oriental. Nos estamos uniendo a este grupo de élite de países que podrán utilizar los equipos más modernos y las tecnologías más modernas". La operación de aviones de quinta generación también mejora la capacidad de los aliados de la OTAN para integrar sus operaciones y fuerzas con las que Estados Unidos despliega en Europa. 

 

Tras el anuncio del ministro de Defensa polaco de la decisión de adquirir el F-35, la embajadora de Estados Unidos en Polonia, Georgette Mosbacher, tuiteó: “Estoy orgulloso de que Estados Unidos esté compartiendo la última tecnología de defensa con aliados clave. Los cazas F-35 mejorarán la interoperabilidad de Polonia con las fuerzas estadounidenses y nuestra asociación para la seguridad común". Como miembro del club F-35, Varsovia establecerá una relación especial con otros operadores de F-35. En enero, Polonia se unió al F-35 User's Group para compartir información, lecciones aprendidas y mejores prácticas a medida que se adquieren y se envían aviones. Hoy en día, solo hay un caza de quinta generación en el mercado, el F-35. Los esfuerzos de algunos miembros de la OTAN para desarrollar su propio caza de quinta o incluso sexta generación no se materializarán hasta la década de 2040, como muy pronto. 

 

Al no adquirir el JSF, estos países no solo aumentan su riesgo en caso de agresión contra la Alianza, sino que se aseguran de que se quedarán rezagados con respecto a los países que han optado por adquirir el F-35 en el desarrollo de las tácticas, técnicas y procedimientos adecuados para operar plataformas avanzadas y sigilosas. No está claro cómo o incluso si una fuerza aérea puede dar el salto con éxito de las capacidades de cuarta a sexta generación. El Reino Unido ha tomado un enfoque más sensato, pero aún desafiante: primero adquirir el F-35 y luego comenzar el desarrollo de una plataforma aérea de sexta generación. Si la OTAN quiere disuadir con éxito la creciente amenaza de Rusia, que hoy está desplegando su propio caza de quinta generación, la única opción es invertir en el F-35. Al hacerlo, Polonia ha dado un paso importante para mejorar su propia seguridad y la de la Alianza en su conjunto.

 

Fuente: https://nationalinterest.org/

 

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