El Ejército del Aire de EE.UU recorta el gasto para la compra en cazas F-15EX Eagle II y F-35.


En una maniobra orientada a optimizar sus recursos, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha delineado un plan que implica una reducción en la adquisición de aeronaves de última generación, como el Boeing F-15EX Eagle II y el Lockheed Martin F-35 Lightning II, para el año fiscal 2025 (FY25). Esta decisión, revelada el lunes, marca un enfoque renovado hacia la modernización y la eficacia operativa en medio de un panorama de seguridad global en constante evolución. Con un presupuesto propuesto de 217.500 millones de dólares, el Departamento de la Fuerza Aérea exhibe su compromiso con una evolución proactiva, tanto de la Fuerza Aérea como de la recientemente constituida Fuerza Espacial. Este plan presupuestario busca equilibrar la necesidad de mantener una respuesta inmediata a las amenazas contemporáneas con la imperativa gestión de riesgos futuros y el cierre de brechas críticas en capacidades. 
 
Distribuido entre 188.100 millones de dólares para la Fuerza Aérea y 29.400 millones para la Fuerza Espacial, el presupuesto, de ser aprobado por el Congreso, reflejará un aumento del 1,1%, equivalente a 2.400 millones de dólares, en comparación con el año fiscal anterior. Esta proyección financiera se presenta como un balance entre los desafíos económicos y la indispensable modernización de las capacidades militares estadounidenses. “2025 representa un año desafiante, pero creemos que el nivel presupuestario propuesto es manejable y, crucialmente, nos posibilitará llevar adelante la modernización que requerimos”, declaró Frank Kendall, Secretario de las Fuerzas Aéreas, enfatizando la vital necesidad de una inversión adecuada para mantener la competitividad de las Fuerzas Armadas frente a un escenario global dinámico. 
 
 
La confección del presupuesto para FY25 responde directamente a las misiones y responsabilidades específicas de cada rama, señalando un enfoque metódico hacia la definición de prioridades y asignación de recursos. “Las misiones fundamentales de la Fuerza Aérea permanecen constantes: asegurar la superioridad aérea, ejecutar ataques globales, proporcionar movilidad rápida a nivel mundial, liderar operaciones de mando y control, y llevar a cabo labores de inteligencia, vigilancia y reconocimiento”, puntualizó Kristyn Jones, Subsecretaria del Ejército del Aire. Ella también destacó el papel crucial de la Fuerza Espacial en el apoyo a todas las operaciones conjuntas y su evolución hacia una entidad combatiente encargada de proteger los intereses estadounidenses en el espacio y desde este. 
 
Inversiones clave para el dominio aéreo y espacial en el año fiscal 25 
Dentro de los lineamientos financieros para el año fiscal 2025, se vislumbra una asignación específica de fondos que cimentarán la competitividad y letalidad aérea de Estados Unidos. Con una asignación de 14.900 millones de dólares destinados a reforzar sus capacidades de combate, la Fuerza Aérea busca mantener su dominio insuperable en el cielo. Paralelamente, 24.900 millones de dólares se enfocarán en asegurar la capacidad de ejecutar ataques de alcance global, demostrando un compromiso sin precedentes con la proyección de poder a nivel mundial. 
 
La preparación operativa recibe un impulso significativo con una inversión de 29.400 millones de dólares, enfatizando la prioridad de estar siempre listos para enfrentar y superar cualquier desafío. En la vanguardia de la innovación, el presupuesto asigna 4.700 millones de dólares para el desarrollo de una arquitectura avanzada de alerta temprana de misiles, distribuida en múltiples órbitas, para una detección y respuesta eficaz frente a amenazas inminentes. La Familia de Sistemas de Dominio Aéreo de Nueva Generación (NGAD) se beneficia con 3.400 millones de dólares, lo que subraya el énfasis en superar los desafíos futuros mediante la integración de tecnologías de punta y el desarrollo de una plataforma de combate aéreo de sexta generación, que promete reemplazar al legendario F-22 Raptor. 
 
Este ambicioso programa prevé también la inclusión de sistemas no tripulados, diseñados para operar en conjunto con los cazas tripulados, redefiniendo el concepto de superioridad aérea. El Empleo Ágil en Combate, con una dotación de 538 millones de dólares, busca afinar la combinación de capacidades para una defensa efectiva ante las adversidades actuales y futuras. Además, 6.200 millones de dólares se canalizan hacia iniciativas de lanzamientos espaciales comerciales y el fortalecimiento de una red de comunicaciones espaciales, asegurando así que la Fuerza Conjunta mantenga su eficacia en, desde y hacia el espacio. Con 4.400 millones de dólares destinados a la integración de las comunicaciones por satélite, el presupuesto de FY25 refleja un enfoque estratégico para ampliar la superioridad espacial, facilitando una red de apoyo global que une y fortalece a aliados y socios, solidificando así la postura de Estados Unidos en el tablero de ajedrez geopolítico global. 
 
Inversiones estratégicas para el 25º ejercicio 
 
El Departamento del Ejército del Aire de EE. UU. demuestra una conciencia pragmática de los desafíos económicos actuales en su propuesta presupuestaria para el año fiscal 2025, priorizando no solo las necesidades operativas sino también el bienestar de su personal. Esta aproximación holística contempla la inflación y el incremento en los costes operativos, como el combustible, sin descuidar aspectos fundamentales como la calidad de vida y la retención del personal militar. La asignación propuesta de 42.900 millones de dólares para mejorar las condiciones de vida de aviadores y guardianes refleja este enfoque equilibrado. 
 
Un aumento salarial del 4,5%, junto con 1.100 millones de dólares dedicados a primas y programas de retención dirigidos a 118.000 puestos de especialización crítica, evidencia un compromiso robusto con la fuerza laboral de las Fuerzas Aéreas. Este esfuerzo se realiza en un contexto donde el reclutamiento y la retención de personal calificado, especialmente pilotos, representan desafíos constantes. Las recientes medidas de incentivo, que ofrecen a los pilotos bonificaciones de entre 15.000 y 50.000 dólares anuales por compromisos de servicio extendidos, son testimonio de la importancia estratégica de mantener una fuerza aérea competente y preparada. 
 
Ajustes en la adquisición de aeronaves: Estrategia y previsión
La propuesta presupuestaria revela un ajuste significativo en la estrategia de adquisición de aeronaves, con especial atención en los cazas F-15EX y F-35. Según reportes de Defense News, se anticipa la compra de 42 unidades del F-35A por 5.900 millones de dólares y 18 unidades del F-15EX por 1.800 millones de dólares en el próximo ciclo fiscal. Esta decisión representa una reducción respecto a las cantidades originalmente proyectadas, ajustándose a un enfoque más medido y estratégico en la renovación de la flota. Además, se marca el fin de la adquisición de modelos adicionales del F-15EX a partir de 2025, limitando la flota total a 98 unidades, lo que refleja una adaptación a las realidades operativas y financieras. 
 
 
Por otro lado, el compromiso de adquirir un total de 1.763 F-35A se mantiene firme, subrayando la importancia de esta aeronave en la futura configuración de la fuerza aérea. La solicitud de reducir la flota actual en 250 aviones, incluyendo modelos como el A-10 Warthog y variantes antiguas del F-15 y F-16, responde a un esfuerzo por optimizar recursos y mejorar la eficiencia operativa. Aunque esta propuesta podría encontrarse con resistencia legislativa, destaca la intención de las Fuerzas Aéreas de avanzar hacia una modernización efectiva y sostenible, equilibrando la preparación para el combate con la responsabilidad fiscal. 
 
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