Cospedal consigue en un mes lo que Morenés no logró en cuatro años.


El Ministerio de Defensa tendrá en 2017 un presupuesto un 30 por ciento superior al de 2016. Con esa subida el Gobierno cubrirá buena parte los 1.028 millones que no se abonaron este año en concepto de anualidad por los Programas Especiales de Defensa. El Tribunal Constitucional prohibió este verano la utilización de créditos extraordinarios para hacer frente a estas facturas de la industria armamentística, el mecanismo al que había recurrido el departamento de Morenés cuando renegoció la deuda y la convirtió en pagos anuales hasta 2030.
Sin embargo, según ha sabido El Confidencial Digital por fuentes políticas de Moncloa, los créditos extraordinarios “no fueron la primera opción de Morenés” para pagar las facturas pendientes. Durante los cuatro años –cinco, contando el último año en funciones-, Morenés intentó convencer al Consejo de Ministros –especialmente a Montoro y a Rajoy- de que se ampliase el presupuesto destinado a Defensa y el dinero para pagar deudas de los PEAS saliese directamente de las arcas del ministerio. Pero nunca lo consiguió. Según estas fuentes, que coinciden con voces consultadas dentro del ministerio, el recurso a los créditos extraordinarios “siempre se vio en Defensa como un mecanismo de ingeniería financiera un tanto endeble y totalmente temporal”, como vino a confirmar la sentencia del Tribunal Constitucional. Las fuentes políticas y militares consultadas por ECD muestran su sorpresa con la “celeridad” con la que el nuevo Gobierno ha dado luz verde a una subida del presupuesto de Defensa, anunciada por la propia ministra. 

“No ha habido ‘periodo de reflexión’ ni se ha ‘abonado’ el terreno antes de anunciarlo. Se ha anunciado y punto” aseguran voces próximas a Moncloa, que no descartan que el anuncio pueda suponer cierto coste político al Gobierno si cuando se hagan oficiales los presupuestos para 2017 se incluyen recortes en partidas de gasto social. La lectura paralela que realizan de este anuncio es que “Cospedal tiene mucha más influencia en Moncloa de la que tenía Morenés”. Por otra parte, en las Fuerzas Armadas hay quien destaca el hecho de que el balance de gasto en personal y armamento “va a cambiar de forma significativa”. Si en 2016 el gasto en armamento y material suponía un 25 por ciento de los 5.962 millones de euros presupuestados, en 2017 el porcentaje ascenderá a un 40-42 por ciento de los más de 7.500 millones de euros previstos. (Jesús.R.G.)

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