Una intensa niebla cubre la zona de entrenamiento del Jaral de Ceuta, prácticamente no se ve el final de la pista de obstáculos, pero desde primera hora de la mañana un numeroso grupo de legionarios del Tercio Duque de Alba 2º de La Legión se han concentrado para llevar a cabo su habitual entrenamiento: hoy toca lanzamiento de granadas y pista de obstáculos. Basan todo su esfuerzo en las pruebas que componen en pentatlón, una disciplina que combina cinco ejercicios de alto rendimiento. “Todos se pueden trasladar a nivel militar, las pruebas exigen las resistencias que encontraríamos en el campo de batalla”, explica el capitán Jesús Gozalo, quien además ha participado y ganado en varias competiciones de pentatlón.
“Nosotros estamos a lo que nos pidan cuándo y cómo
nos lo pidan”, afirma el teniente coronel Luis Carmona, lo que podría
ser la síntesis de los principios de este colectivo, un cuerpo que tal y
como reza el credo legionario en el espíritu de disciplina “cumplirá su
deber, obedecerá hasta morir”. Y esta idea, la de enfrentarse “cara a
cara a la muerte” es una de las premisas que llevan consigo en cada una
de sus actividades. “Los legionarios nacieron como una unidad de choque y
su instrucción debe ser dura para asegurarse unos sólidos valores
morales”, explica el coronel jefe del Tercio Duque de Alba.
Los legionarios forman parte de uno de los cuerpos más representativos del ejército español, quizá por la particularidad de su simbología, el carácter de sus miembros y su arraigo con las manifestaciones religiosas. Pero lejos de la mística con la que se les enjuicia, su adiestramiento les prepara para las situaciones más extremas. Tal y como asegura el comandante Veiga, la única manera de enfrentarse al enemigo y “asegurarse la victoria”, es ensayarlo. Para ello utilizan las instalaciones cercanas al acuartelamiento de García Aldave, donde planifican cada operación buscando mejorar sus técnicas de ataque, reducir los tiempos de respuesta y recrear con la mayor exactitud posible un escenario de guerra.
Ceuta, la cuna de la Legión
Los legionarios forman parte del ejército terrestre y son un cuerpo de combate
La
Legión o ‘Cuerpo de Extranjeros’ se creó en 1920 por el comandante de
infantería José Millán Astray. Ceuta fue el escenario del primer recluta
y de las primeras expediciones de legionarios. En origen,
esta fuerza militar se creó bajo la necesidad de disponer de un cuerpo
profesional de soldados que no fueran de reemplazo y cuyos valores,
espíritu y actitud fueran inquebrantables. Millán Astray concibió la
idea de un soldado equiparable a los que formaban La Legión francesa.
Actualmente
consta de dos tercios: ‘Gran Capitán’ 1º de La Legión en Melilla y
‘Duque de Alba’ 2º de La Legión en Ceuta, ambos pertenecen a sus
comandancias generales de sus respectivas ciudades autónomas. También de
la brigada ‘Rey Alfonso XIII’ II de La Legión, una BOP que la componen
los tercios ‘Don Juan de Austria’ 3º de La Legión, ‘Alejandro Farnesio’
4º de La Legión y otras unidades de maniobra y apoyo logístico.
Entrenamiento basado en las pruebas del pentatlón
Entrenamiento para el campo de batalla.
Cinco pruebas que buscan llevar al extremo las capacidades de los
soldados, puntuándose además de la destreza, el tiempo invertido en
completarlas. Tiro, pista de obstáculos, lanzamiento de granada, prueba
de atletismo y de nado. “Estas pruebas requieren una preparación muy
dura, resistencia, precisión y agilidad”, matiza el capitán Jesús
Gozalo.
Del entrenamiento a la competición.
El Pentatlón es una competición en la que participan militares a nivel
local, provincial y nacional, la puntuación final depende de la suma de
las cinco disciplinas. Alto rendimiento físico.
La pista de obstáculos es una de las pruebas más duras. Los cambios de
intensidad en apenas 500 metros requieren una gran fuerza física y
velocidad.
La natural inclusión de las damas legionarias
Las mujeres forman parte de las fuerzas del ejército desde el año 1990. El Tercio ‘Duque de Alba’ cuenta con dos suboficiales
Auxiliadora
Retamero es jefa del primer pelotón de la primera sección de la primera
compañía y tras desarrollar la actividad junto al resto de sus
compañeros y compañeras, destaca la importancia de la preparación y de
la concentración que requiere el puesto. Ni rastro de contemplaciones o
distinciones, su papel en el acuartelamiento “posee el mismo valor que
el del resto”. “Ellas tienen las mismas aptitudes y los mismos defectos que los hombres”, subraya el coronel jefe del Tercio.
Tecnología punta
Dispositivos de visión térmica y drones de última generación con potentes objetivos
Hay
una unidad especializada en el manejo de la tecnología a disposición
del mando de cada operación para proporcionarle información valiosa
sobre localizaciones e imágenes a tiempo real del enemigo.
La coordinación es la clave
Recrean un rescate de personal civil en un poblado enemigo, al que deberán abatir
La maniobra recreada en la zona cercana
al acuartelamiento de García Aldave consistió en un rescate dentro de un
poblado enemigo. Constó de distintas fases protagonizadas por varios
grupos, el de ataque, el de rescate, el de apoyo y el de vigilancia.
Todos ellos actuaron al mismo tiempo en una operación de apenas diez
minutos. La figura principal de este ejercicio es el
capitán jefe de la compañía, el que debe conjugar todos los recursos
para conseguir el objetivo. Además de ellos, otras unidades participan
en la jornada desempeñando los papeles de enemigos a fin de apoyar la
actividad y quien está siendo adiestrado.
Adiestramiento para el combate
Disciplina, precisión y cautela: son las armas más eficaces de los legionarios para hacer frente a los riesgos extremos
Pueden
pasar horas hasta que el capitán da la orden de avanzar; mientras
tanto, los soldados deben esperar sin bajar la guardia. Esa es otra de
las aptitudes que se trabaja en estos operativos. Además,
deben estar formados para un posible ataque en cualquier momento,
poniendo a prueba además de su talante, las técnicas de evacuación y de
primeros auxilios. En este punto, de nuevo, entra en juego la
coordinación.
Los valores son su seña de identidad
La formación moral es la manera de transmitir sus principios a los reclutas
El
credo legionario está compuesto por doce premisas que bajo el
sobrenombre de ‘espíritus’ inciden en los valores que debe tener todo
integrante de este cuerpo. A través de ejemplos históricos, instruyen a
los miembros sobre “cómo debe ser un auténtico legionario”. “Posiblemente seamos el cuerpo que con más fidelidad ha seguido sintiendo sus valores”, cita el teniente coronel Luis Carmona.
Recreaciones al detalle
Las instalaciones donde realizan los ejercicios están pensadas para simular escenarios distintos
La
planificación de unas maniobras requiere, además de tiempo, el trabajo
de muchas personas que no participarán directamente en el ejercicio:
técnicos, mecánicos, equipo de logística… y el resultado de todo ello es
la recreación de un escenario, en la medida de lo posible, totalmente
nuevo para la unidad, con el objetivo de colocar en su camino obstáculos
a los que no se han enfrentado antes y orientar los edificios de manera
que gestionar la operativa resulte más complejo.
Y
para hacerlo posible, cuentan con las instalaciones cercanas a García
Aldave, las cuales pertenecen a la Comandancia General de Ceuta y que
son utilizadas por otros cuerpos con el mismo objetivo: el
entrenamiento. (Jesús.R.G.)
Comentarios
Publicar un comentario
SI TUS COMENTARIOS EMPLEAN PALABRAS CON INSULTOS HACIA MI PERSONA, PAIS, COMENTARISTA, RELIGIÓN O QUE NO ESTE RELACIONADO CON LA NOTICIA SERAN BORRADO AL INSTANTE Y NO SERAN PUBLICADOS, SI AUN ASIN SE SIGUE INSULTANDO DEJARE DE PUBLICAR SUS COMENTARIOS PARA SIEMPRE. SALUDOS Y GRACIAS POR SU VISITA.